Gran conmoción a nivel nacional causó la muerte del sargento segundo Carlos Retamal, tras asistir a unas carreras clandestinas por el llamado de los vecinos. En el lugar, desde un automóvil en movimiento, lanzaron un fierro que llegó en su cabeza y terminó provocándole la muerte.
La mañana de este jueves, la tónica de todos los matinales fue reflexionar en torno a la situación, teniendo en cuenta que ya se habla de un presunto culpable. En ese contexto, «Mucho Gusto» no fue la excepción y José Antonio Neme, como es de costumbre, aprovechó la instancia para hacer un potente descargo con relación al debate que se ha dado en torno al lamentable hecho.
«Esta discusión que estamos teniendo puede parecer muy incómoda, muy apasionada, tensa, contraria al análisis mesurado del tema. Yo no voy a tener tranquilidad mientras a un carabinero le tiren una gata en la cabeza y un personaje como este (presunto culpable), además, que no tiene las credenciales muy limpias», indicó de entrada.
«Lo que estamos diciendo en este programa es lo que gran parte de la opinión pública piensa, pero no tiene el micrófono para decir, le guste a quien le guste, duela a quien le duela», aseguró a continuación, intentando representar un sentir colectivo. «Uno no puede guardar la compostura porque tengo sangre en las venas», sentenció, aludiendo a que detrás del policía había un ser humano.
«Cuando un señor cumple 41 años, es policía y bombero, que tiene una hija y en su tiempo libre sigue sirviendo a la comunidad (…) Y va a fiscalizar placas patentes, haciendo atención a un llamado de la comunidad y le tiran una gata en la cabeza que lo mata… ¿Ustedes quieren que nos sentemos a aquí a decir ‘No es que la problemática…’? No se puede, no se puede», enfatizó el comunicador con indignación.
Igualmente, Karen Doggenweiler, su nueva compañera en conducción, apuntó a que, pese a que hay leyes, estas parecen no tener peso en la calle y los policías parecen estar desprotegidos. Igualmente, se refirió a lo triste que es que la hija adolescente del sargento segundo tuviera que despedir a su padre.
«Déjense de pelotudeces, si el hombre salió en la mañana para volver en la noche a su casa (…) Si uno se pone en lugar de esa familia o del círculo de amigos, a uno le da indignación y la gente quiere sentirse identificada en televisión», añadió al respecto.