La noche de este lunes, Martín Cárcamo conversó en “De tú a tú” con el cantante y productor de música Leopoldo Méndez, más conocido como DJ Méndez, quien abrió su corazón para hablar de su sus problemas con las drogas y cómo logró rehabilitarse.
En la conversación con el animador de Canal 13, Méndez contó que en su adolescencia comenzó a delinquir en Suecia con su pandilla, lo primero en lo que participó fue en un robo a un auto. Un amigo le enseñó a abrir autos. Tenía el récord: se demoraba un minuto y trece segundos. Después conoció a otras personas con quienes hizo asaltos armados. “No me gusta hablar de eso, pero igual ha sido parte de mi infancia porque era menor de edad. No es excusa pero es más fácil. Hoy en día, no hay forma que me quisiera meter en un mundo así. Me da dolor porque uno hace sufrir a la gente. Yo lo hacía por odio que estaba teniendo al mundo”.
Cuenta que realizaba asaltos de todo tipo y compraban armas en el mercado negro. Asegura que nunca le disparó a nadie. “Tuve la suerte de no haber llegado tan lejos. Otras personas sí”. Se juntaron 16 robos y lo fueron a buscar a la casa. “Me acuerdo que fue un día que no fui al colegio porque estaba haciendo la cimarra. Despierto porque sentí algo helado (al lado de su cabeza). Me voy a dar vuelta y escucho en sueco: ‘no te muevas o te disparo’. Después siento que se tiraron encima. Mi mamá vio ese momento. Me da dolor por mi madre. Cómo me sacan de ahí, me ponen una polera para llevarme a la patrulla. Mientras supe que estaban buscando al resto de la banda. A mi mamá la empujaron. Fue terrible”. Tenía 16 años y estuvo un mes y medio encerrado en un calabozo. Lo interrogaban todos los días y después lo trasladaron a una cárcel para menores por un par de meses. Le dieron la oportunidad de salir, y llegó a un estudio musical y cambió su vida.
DJ Méndez cuenta que le dedicó “Madre mía” a su progenitora. “El esfuerzo de mi padre y de mi madre, me forman. Eso hace quien yo soy hoy en día. Mis errores puede que me enseñen a corregir y a ser una mejor persona. Pero mi familia es el núcleo de mi éxito. Hoy estoy vivo gracias a mi familia. Mi madre… la quiero ir a abrazar. Hace rato que no podemos compartir como lo hacíamos antes”.
Cuando se presentó una segunda oportunidad, la tomó. “No dudé. Recuerdo perfectamente el momento en que me dejaron… me dan un par de horas, me meto al estudio, y me enamoré de lo que pasaba en el estudio”. Afirma que nunca más volvió a delinquir. “Tengo 45 años y esto sucedió hace 30 años atrás. Yo cuento mi historia sin ningún problema, aunque duela, porque sé que hay jóvenes que también necesitan entender qué quieren hacer”.
A los 20 años fue papá, se casó con Ninoska Espinoza. “Ahí no había espacio para otro pensamiento más que salir adelante y mejorar. Y me estaban dando herramientas, ayuda y la tomé. No quise volver atrás”.
“Chiki chiki” fue su primer gran hit en Suecia. Aún recuerda la primera vez que la escuchó en una radio sueca. “Me saqué la cresta para llegar ahí. Todos tenemos un propósito en esta vida. El mío es con la música o con la herramienta que me den, entregar alegría. De ahí no paré”. Le siguieron los hits “Fiesta”, “Estocolmo”, “Blanca” y “Madre mía”. “Estoy tan agradecido de la gente que estuvo involucrada en esto”.
Ninoska es la mamá de sus tres hijos mayores. Ella quedó embarazada antes de que se casaran. Y él enfrentó a su suegro. Iba a pedir la mano pero terminó diciendo que Ninoska estaba embarazada. A pesar de que todos advirtieron que el suegro era complicado, tras la noticia fue todo lo contrario. Sacó un whisky y dos vasos para celebrar.
“Siempre quise ser papá. Siento que es parte de mi paso por esta tierra. Amo ser papá. Fueron seguidos, pensados y queridos. A los 26 hasta ahí no más llegamos como pareja, como matrimonio, como familia, y ahí caigo en rehabilitación por alcohol”. Agregó que “el ser reconocido como músico y todas las regalías que trae esto, la vida nocturna, los contactos, las fiestas y todo lo que pasa cuando uno no sabe o no tiene control, no me ayudó en nada. Me pasó la cuenta. Ninoska se dio cuenta que yo estaba en mi mundo. Prefería irme de gira que estar en la casa. Nuevamente la vida me pone una prueba que no supe manejar. Entró mucho dinero donde tampoco lo supe manejar. Me consumió todo lo de la noche”, indicó el cantante.
Para sus conciertos y entrevista estaba drogado y borracho. Las mañanas comenzaban con una botella de whisky. Menciona que consumía cocaína, pero no marihuana a pesar de lo que la gente cree, no lo hace. “Lamentablemente era lo más fuerte, heroína y cocaína. Y eso es terrible porque lo inyectable te puede traer SIDA”. Se volvió adicto a la cocaína. “Mi cuerpo estaba hecho pedazos. Hasta que no pude más. Llegué a rehabilitación pesando 45 kilos”. Para él la persona que lo llevó a rehabilitarse fue el dueño del sello discográfico porque Leo no iba a sus conciertos por lo que había muchas demandas en su contra.
Como lo quería mucho le dio dos opciones: rehabilitación con contrato, o se rompe la relación y hace lo que quiere. “Nuevamente la vida me estaba dando una oportunidad. ¿Dónde tengo que ir?”. Lo llevaron a una clínica de rehabilitación en donde iban famosos y empresarios.
Méndez narró el proceso de desintoxicación. “La primera noche fue una de las peores. Yo lloraba del dolor. Tu cuerpo tirita entero. Los primeros diez días son terribles. Andaba idiota. No podía ni siquiera hablar de la rabia, del dolor. Me inyectaban por los calambres. Es un infierno en la tierra. Gritaba del dolor. Me daban tranquilizantes musculares. Pero después ya nada”. Luego tuvo que hacer una presentación a las personas que estaban dentro de la clínica, y ahí se dio cuenta de todo lo que había pasado.
De la rehabilitación se fue directo al escenario de Eurovisión. Era la primera vez que un músico que canta en español e inglés está en ese festival. Se presentó con “Adrenalina”. “Era la primera vez que me subía a un escenario sin alcohol o alguna sustancia en mi cuerpo. Venía de rehabilitación. Tuve que recuperar la confianza de mis hijos. Sé que a ellos no les gusta verme tomar una copa de lo que sea”.
Después de sus tres hijos mayores, tuvo dos pequeñas. Con la mamá de ellas estuvo viviendo en Concón un par de años. Luego estuvo con Marcela, a quien conoce desde los 17 años, pero cuando eran jóvenes, ella no lo pescó. Se encontraron años después.
“Marcela es la que más me apañó en todos mis episodios. Yo vi como ella estaba cayendo en esa tristeza de la burbuja de Chicureo. No aguantó más. Creo que hizo lo posible hasta lo que más pudo. Después lo hablamos y quería volver a Suecia”. Marcela es profesora básica y está ejerciendo, él confesó que ella está feliz. “No creo que quiera volver. Pasamos momentos muy lindos pero esa tristeza que tuvo de que tanta lucha para llevar adelante la familia, no se pudo no más”.