La alcaldesa de Maipú Catherine Barriga ha estado en el ojo del huracán en estas últimas semanas por su desbocada tendencia al autobombo y la adicción a la figuración. Inauguró un mural en el Liceo Nacional de Maipú donde aparece ella al lado de diversos próceres locales, entregó una beca de estudios que lleva su nombre, recibió un premio a la “mejor alcaldesa de Maipú del 2018“ (¿acaso había otro compitiendo?), le entregó un premio a su propio hijo en Fiestas Patrias, ha generado folletos donde su imagen aparece destacada…. Esto, sumado a otras excentricidades menores como las fotos de “sesiones de trabajo” con peluches, sus célebres “talleres de princesas” y su polémico y sensual “Kiki Challenge” en las afueras del Templo Votivo que le valió una sanción de Contraloría, evidencian el surgimiento de un fenómeno político-farandulero al que hay que ponerle ojo, pues se ha llegado a hablar de la “Robotina” del “Maldita Sea” de la Rock & Pop como eventual opción presidencial.
La historia de Cathy Barriga está muy lejos de la imagen de “princesa rosada” que ha proyectado públicamente, como si fuera la versión chilena de Elle Woods, el arquetípico personaje protagónico de Reese Whiterspoon en “Legalmente Rubia”. De hecho, es muy similar a la de Nicole Moreno: hija de una familia de escasos recursos que tiene que trabajar desde muy joven, y que encontró en la TV el nicho perfecto para desarrollarse… y madre soltera a temprana edad. Eso sí, la alcaldesa hizo algunas cosas decisivas mejor que Luli: terminó sus estudios secundarios y sacó una carrera universitaria, y supo rodearse de la gente adecuada, en un ambiente adecuado.
Cathy Barriga ganó presencia mediática como integrante del “Team Mekano” de la mejor época del emblemático programa juvenil de Mega. En ese programa le sacó lustre a su proverbial belleza y su talento para bailar, participó en diversos desafíos y performance generalmente cargadas a lo “sensual”, donde cultivó un perfil de “ingenua” y “mosca muerta” que la hizo acreedora a una buena dosis de bullying, y fue parte de las copuchas y tonteras propias de ese programa. Después de ello, pasó por el reality “La Granja VIP” de Canal 13, donde se recuerda una fuerte pelea mediática con Pamela Díaz, y para luego concursar en “Fiebre de Baile” de Chilevisión.
Con esa trayectoria, llamó la atención que decidiera dedicarse al servicio público. Llamó aún más la atención que haya optado por la derecha (se define como independiente pro-UDI), y se casara con el actual diputado Joaquín Lavín León, hijo del alcalde de Las Condes Joaquín Lavín. Luego de culminar sus estudios de psicología en la Universidad Santo Tomás, hizo carrera primero como CORE de la Región Metropolitana, para luego lanzarse a alcaldesa de Maipú, la cual ganó con un poco más de 1/3 de los votos beneficiándose de que la Nueva Mayoría se presentara dividida en dos candidaturas fuertes.
Tomó la comuna cargando la herencia de su antecesor Cristián Vittori, sumamente cuestionado por sus manejos. Resultó inolvidable el video de Barriga descubriendo una caja fuerte vacía en su despacho de alcaldesa. Su gestión se ha caracterizado por lo mediática. Sin duda Cathy Barriga es discípula del estilo “cosista” y efectista de su suegro y colega de Las Condes Joaquín Lavín, aunque en un formato más farandulero. Sin embargo, ha estado envuelta en polémicas por el uso de los recursos municipales, y en especial por su adicción compulsiva a la figuración, por la que ha sido blanco de críticas y material de graciosos memes, donde la han mostrado junto a O´higgins y San Martín, y disfrazada de la Virgen del Templo Votivo.
La alcaldesa de Maipú está dando visos de una personalidad autoritaria y poco receptiva a la crítica pública. Hemos visto a la ex “chica Mekano” apagándole el micrófono a una concejal mientras hablaba, retando a otro por ocupar su asiento, retando a los periodistas que la cuestionan, respondiéndole en forma dura a Raquel Argandoña y Patricia Maldonado, y hasta amenazando con una querella a la Doctora Cordero por sus dichos acerca de ella en el matinal «Hola Chile» de La Red. Queda la sensación de que se le subieron los humos a la cabeza, que el poder transformó a la “princesa rosada” en una bruja narcisista y autoritaria.
La experiencia dice que el culto a la personalidad resulta extremadamente peligroso en política. Los líderes que han caído en dicho vicio tienden a ser dictadores brutales (Alfredo Stroessner, Saddam Hussein, Adolfo Hitler, Kim Jong Un, Augusto Pinochet., Fidel Castro, Francisco Franco, Hugo Chávez) o gobernantes corruptos y negligentes (Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Nicolás Maduro). Tal como están las cosas, no resulta descartable que la ex “chica Mekano” sea una futura opción presidencial. Después de Trump y Bolsonaro, todo es posible. Creo que Cathy Barriga, con todo lo que se ha visto hasta ahora, sería muy peligrosa sentada en La Moneda. Incluso preferiría mil veces a José Antonio Kast que a ella con la banda presidencial. Y aquí no tienen nada que ver su proveniencia del mundo de la farándula y la TV (René de la Vega también viene de ahí, y hasta donde se sabe ha tenido una buena gestión a cargo de la Municipalidad de Conchalí), sino porque los hechos evidencian que no sabe lidiar con el poder, le gusta figurar y no sabe escuchar críticas. Se podría transformar fácilmente en la versión criolla de Cristina Fernández, lo que sería nefasto para Chile.