Nada de fáciles fueron los comienzos para los brasileños que luego se convertirían en el grupo revelación de la música en los años 90. Llegar al éxito estuvo mediado por meses de carencia y estrechez de los entonces jóvenes, que aguantaron hasta que el éxito los premio de lleno.
Bruno Zaretti fue testigo en primera persona de ese ascenso de Axe Bahía y parte de esa historia estuvo contando durante su participación en el programa “Socios de la Parrilla” de Canal 13.
Según el bailarín, cuando el grupo llegó a Chile para participar en «Mekano», vivían hacinados y con muy poco dinero. “Fueron seis meses de verla negra, con mucha dificultad (…) Vivíamos los cinco en una sola pieza y con un baño. Y nos pagaban mal, muy mal, 300 mil pesos a los cinco”, contó de una época complicada, en la que el sueldo con suerte le alcanzaba para un Super 8 y un polerón.
Aún así, no ‘tiró la toalla’. “Mi paga era llegar al canal y que todo el mundo gritara ‘¡Bruno, Bruno!’. Con eso yo estaba feliz. Para mí, comer no era prioridad. Comía pasta todo el día y era feliz porque lo que me movió no fueron las lucas, sino el sueño de estar en televisión”, reconoció el brasileño.
Tenía solo 16 años al arribar al país, aventura que no hubiera sido posible sin la ayuda de su madre. Por lo mismo y para no preocuparla, no le contó nada de sus complicados comienzos, sobre todo si tras su viaje había un sueño por cumplir y, quizás, también dar gracias a la vida por permitirle quedarse en este mundo. Porque, desde que fue concebido, no faltaron razones para que aquello no ocurriera.
“Mi madre fue mamá muy joven y me quería abortar. Tenía a mi hermana con dos meses y se embarazó, era muy complejo para ella tener otra guagua por la situación que tenía. Hizo de todo para abortarme hasta los cinco meses. Intentó, intentó e intentó, pero yo no me quise ir», relató el ex participante de “Aquí se Baila”.
Y luego, al cumplir un año de vida, los médicos le anunciaron a su progenitora que su retoño moriría. «Le dijeron: ‘No sabemos lo que tiene tu hijo, llévatelo para la casa, se va a morir'», contó el bailarín, agregando que su madre incluso compró un ataúd.
“Tengo fotos mías que ustedes no podrían creer. Era hueso y pellejo, nada más. Con todo eso y todo lo que viví, mi madre es lo más primordial, la responsable que esté en Chile”, confidenció Zaretti con orgullo y emoción.