Durante su comentado monólogo en el pasado festival de Dichato, la actriz argentina Yamila Reyna dictó cátedra de humor negro al hacer referencias a la conocida situación de su actual pareja Daniel Valenzuela, mejor conocido como el “Palomo”. Esta parte de su rutina causó reacciones variadas, desde las risas de algunos hasta la indignación de otros por hacer sorna de una situación como esa. Sin embargo, no constituye novedad en las rutinas de Yamila. De hecho ella misma en conjunto con el propio Daniel se han reído descaradamente del tema en sus espectáculos conjuntos, teniendo entre el público a la mismísima Paloma Aliaga, a su cuñado-esposo Cristóbal y a los padres de los hermanos Valenzuela. Y todos gozando con la rutina.
No necesito describir lo tremendo que fue el episodio de los “Palomos”. Es de esas cosas que si ocurrieran en el seno de nuestras familias nos haría cortarnos las venas, metafórica y literalmente. El desenlace más esperado para algo así es un duro quiebre familiar, llegando en casos extremos a temas de crónica roja. Por ello, resulta admirable y digno de elogio que esa familia haya logrado restañar las heridas y permanecer unida, y alucinante la entereza moral de Daniel Valenzuela, que logró salir fortalecido de un episodio traumático que habría destruido a otros, y hasta lo transformó en un infinito manantial de humor negro del cual saca provecho en su carrera en el stand up.
Hay un refrán que dice “si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonada”, es decir, si la vida te entrega situaciones dolorosas, trata de sacarles provecho de alguna forma. En el medio chileno se han dado muchos casos de gente que ha logrado dar vuelta adversidades hasta transformarlas en fortalezas. Carlos Caszely le ha sacado jugo y hasta rentabilizado el penal que se perdió en el Mundial de España: gracias a él ha realizado sketches, comerciales y obras de teatro; el Profesor Rossa y sus partners transformaron el recordado episodio del “video prohibido” que los liquidaba para la TV infantil en su mejor carta de presentación para su nueva carrera como comediantes para adultos; Mon Laferte transformó un quiebre amoroso que la tuvo por las cuerdas en “Tu Falta de Querer”, quizás su mejor canción y un clásico instantáneo de la música popular en español; el comediante Oscar Álvarez ha transformado su minusvalía en su mejor recurso humorístico; etc. Sin embargo, creo que lo de Daniel Valenzuela supera con creces todo lo anterior. Cuando esta situación trascendió públicamente, causó gran impacto y fue comidillo inmediato en la industria de la farándula. Edo Caroe se dio un verdadero festín dedicándole tallas negras durante sus monólogos en “Alfombra Roja Prime” y Yerko Puchento fue inmisericorde con él cuando se presentó en “Vértigo”. Muchos pensamos en su momento que esto era un signo de crueldad, que era como patear a alguien que está desangrándose en el suelo. Sin embargo, tal parece que el efecto real fue indicarle el camino para superar la situación: tomarla con humor. Y así lo hizo. Y parece haber encontrado a Yamila Reyna una aliada perfecta para ello, tanto en la vida como en la comedia.
Daniel Valenzuela ya no se merece que lo llamen “Palomo”, porque ha demostrado ser un águila de tomo y lomo. El día en que una desgracia se cruce en mi camino, espero tener la entereza y capacidad que tuvo él para salir del paso. Además, por lo que se ve es buen conductor de radio y TV, canta bien y está desarrollando una interesante veta de comediante, lo que lo podría catapultar en futuro a un mejor lugar dentro el medio artístico chileno.