En septiembre del año pasado, cuando aún no se sabía públicamente que el matrimonio de Denise Rosenthal con Camilo Zicavo había llegado a su fin, el músico fue visto celebrando las Fiestas Patrias en una fonda con la actriz Daniela Pérez.
La escena fue el combustible que encendió una ola de especulaciones acerca de una relación sentimental entre ambos, lo que implicaba que Camilo Zicavo estaba engañando a Denise Rosenthal con Daniela Pérez. Es decir, un triángulo amoroso donde se configuraba una infidelidad.
Seis meses después, la hija de Claudia Pérez y Rodrigo Muñoz tuvo que enfrentar las preguntas de los otros comensales sobre este tema en medio de su participación en el próximo capítulo de “La Divina Comida”, que se verá la noche de este sábado.
La instancia, fue su oportunidad para aclarar que jamás hubo una situación de adulterio.
Una historia “fome”
Aunque partió diciendo que no le gustaba hablar de su vida privada, Marlen Olivari fue insistente respecto a si mantenía un romance o no con Camilo Zicavo. Daniela Pérez intentó mantener las evasivas.
“Yo igual me separé hace poco, como mi papá. Me separé en julio, llevaba cinco años con el papá de mi hija. Pero lo único que puedo decir es que no crean lo que ven en los programas de farándula”, recomendó.
La respuesta no dejó tranquilos a sus compañeros de mesa, quienes directamente le consultaron si su relación con el vocalista de las bandas Moral Distraída y Plumas fue la causa de la ruptura del matrimonio de Denise Rosenthal.
“No”, afirmó fulminante Daniela Pérez, argumentando que cuando empezó a salir con Zicavo, tanto ella como él, ya no estaban con sus anteriores parejas.
“Conocí a una persona soltera, estando yo soltera. La historia es mucho más fome de lo que pinta la vida. Todo el cahuín que se armó sobre que alguien había sido infiel y no sé qué… nada que ver”, decretó.
Cabe señalar que la conversación se desarrolló en presencia del actor Rodrigo Muñoz, padre de Daniela, quien corroboró las palabras de su hija. Incluso afirmó con humor que Camilo Zicavo era un niño “muy simpático”. Ante ello, Willy Sabor trató de sonsacarle si lo consideraba un buen yerno, a lo que el Muñoz reaccionó con un escueto “Sí, sí”.