La caprichosa y engreída Natalia, de «Lola», nos abre su corazón y responde todas tus preguntas.
Fabiola Matte nació en Austria, pero apenas a sus 8 años se radicó junto a su familia en Chile. Y aunque pensó seriamente estudiar medicina, finalmente se decidió por Teatro en la Universidad Católica. En 2004, apenas había salido de la Escuela, quedó para participar en dos producciones que serían competencia, debiendo obviamente optar: “Destinos Cruzados” sería la elegida para su debut en teleseries, desechando así su participación en “Tentación”.
Posteriormente trabajó con su compañía “La Manga”, siendo después tentada para ser parte de “Don Amor”, opción que tuvo que rechazar para hacer una práctica en Alemania. Pero tras su regreso, por fin llegaría a Canal 13 a través de “Lola”, interpretando a Natalia Aguirre, una joven caprichosa y superficial.
¿Qué recuerdos tienes de tu personaje en “Destinos Cruzados”?
Me costó entrar en el formato, ya que es muy distinto a lo que había hecho hasta ese momento, que era teatro. Además como no grababa muy seguido nunca llegué a soltarme como sí me sucede ahora. Aparte uno se toma las cosas de otra manera, tener 22 no es lo mismo que tener 26: cada trabajo te va dando más carrete.
¿Por qué no seguiste en TVN?
Porque me dediqué a hacer otras cosas y tampoco me volvieron a llamar para otro proyecto en ese momento.
¿Cómo fue tu llegada al equipo? ¿Cómo te acogieron tus compañeros?
Por lo general, en un principio cuando llego a un lugar nuevo soy un poco tímida y observo cómo funciona todo. Esto me duró en este caso dos semanas, luego entré en confianza y ahora para qué decir.
¿Cómo preparaste el personaje de Natalia? ¿En quién te inspiraste?
En los tres castings que hice para la teleserie nunca me tocó interpretar a Natalia. La primera vez que Herval me habló de ella fue cuando me citó para decirme que le gustaría que fuera parte del elenco y me leyó la descripción del personaje. A la semana siguiente vino la reunión con la familia, donde me fueron entregados los primeros capítulos; luego la prueba de look y en seguida a grabar. Todo fue muy rápido, por lo que fui conociendo a Natalia a golpe y porrazo sin mucho tiempo, observando a su familia, hablando con sus creadores (guionistas), observando a la gente. Además acudí a un ejercicio de primer año de actuación que jamás había cotizado mucho hasta ahora, ya que me sirvió para encontrar su tono y la base de sus movimientos (observación de los animales).
¿En qué se parece Natalia Aguirre a Fabiola Matte y viceversa? ¿Qué tiene una de la otra?
Lo que comparten, aunque cada una a su modo, es lo traviesa.
¿Cómo te llevas con María Gracia Omegna (Meche)? ¿Son amigas o es una relación profesional?
Bacha (María Gracia) es una de las buenas amigas de mi pareja en la vida real, así que obligadas a llevarnos bien, jaja. Lo único que sé que con tanto tiempo compartiendo juntas, muchos nos preguntan si somos hermanas, así que incluso nosotras hemos llegado a encontrarnos parecidas. Es una gran compañera de trabajo, lo paso muuuuy bien con ella y cualquier cosa puedo contar y confiar en ella.
¿Cómo viviste la salida de Gonzalo Valenzuela del elenco? ¿En qué te afectó?
En realidad no nos tocó trabajar mucho juntos, nuestra historia de un comienzo terminó rápidamente, por lo que lo veía más en los pasillos, donde echábamos la talla.
¿Qué te pareció la idea de extender “Lola”?
Arriesgada, sobre todo porque estamos acostumbrados a teleseries de un semestre, pero menos mal todo ha salido bien, está entretenida y la gente ha seguido enganchada. En ese sentido, creo que los personajes nuevos que entraron han jugado un rol fundamental, ya que le dieron «nuevos aires» a la teleserie.
¿Qué opinas de la deserción de Maricarmen Arrigorriaga?
En realidad aún no me convenzo, tengo la secreta esperanza que vuelva junto a Héctor (Noguera), mi papá en la teleserie.
¿Qué otro tipo de papeles te gustaría interpretar en televisión?
Uf, varios, aunque hay uno en especial que me gustaría que sería una chica que sufriera de sordera. Creo que hay una problemática detrás que no se ha tocado; por lo que recuerdo se han interpretado personajes de ciego, con síndrome de Down, un joven en silla de ruedas, pero nunca hemos visto la problemática que padecen las personas que sufren de sordera en nuestro país. ¿Qué pasa con su educación, con los trabajos…?
¿Con qué actores, que no hayas trabajado, te gustaría compartir una teleserie?
Hay muchos actores y actrices que me encantaría «sapearlos» de cerca para ver cómo trabajan. Lo otro que me encantaría estar en una coproducción argentina para ver cómo trabajan por allá, pues de chica veía «Canto Rodado» (1993, cuando Gastón Pauls era realmente joven). Y hace poco vi unas escenas de la teleserie «Don Juan y su Bella Dama» y me encantó el formato, era muy cinematográfico.
¿Cómo fue tu experiencia en TVN, con Quena Rencoret? ¿En qué se diferencia con el trabajo en Canal 13?
Los momentos de vida son absolutamente distintos; cuando entré a «Destinos Cruzados» (2004), estaba recién salida de la escuela y quería juntar plata para poder hacer una obra que hace mucho tiempo tenía pensada y con ello convocar a ciertas personas para probar si resultaba el formar una compañía.
Pasados tres años, en los cuales junto a mi compañía hemos hecho tres montajes, me he ido a estudiar fuera, dejé de vivir con mis papás. Ingreso nuevamente a trabajar en televisión buscando en ello también una fuente de trabajo de la cual pueda vivir. Esta vez mi contrato no era por una teleserie (aunque finalmente con las dos temporadas de «Lola», esto se ha revertido), por lo que me he proyectado y relacionado más con cada persona que conforma el inmenso grupo de trabajo de «Lola» (vestuaristas, maquilladoras, peluqueros, camarógrafos, asistentes de cámara, iluminadores, asistentes de iluminación, utileros, productores, encargadas de arte, guionistas, continuistas, directores, asistentes de dirección, localista, editores y los emblemáticos tres mosqueteros que te reciben en el área dramática, Claudia, Sebastián y Jose), teniéndole a cada uno un cariño muy especial.
¿Hasta cuándo tienes contrato con Canal 13?
Hasta diciembre de este año.
¿Cuál es tu experiencia con el teatro?
Estuve mucho tiempo entre estudiar medicina o teatro. Desde pequeña participaba en el grupo de teatro del colegio a la vez que me dibujaba con delantal blanco ayudándole a un enfermo. Luego de grande iba de visita al siquiátrico al mismo tiempo que participaba en talleres de teatro y trabajaba como actriz en cuentos navideños para empresas. En tercero medio me decidí: pese a que me gustaba mucho la siquiatría, no me veía estudiando 7 años medicina general. Así que entré a la Escuela de Teatro apenas salí del colegio y junto con compañeros y estudiantes de otras carreras formamos un grupo que ya en primer año nos íbamos en las vacaciones a hacer teatro al norte. Sin embargo, luego de dos años el grupo se disolvió, participé en obras y festivales como actriz, pero sin un grupo fijo. Salí de la escuela, y quería llevar a escena el cuento «La gallina degollada», quería irla viendo desde afuera; fue ahí donde por primera vez me planteé el dirigir, y formamos el grupo «La Manga». Me es muy difícil describir la emoción del día del estreno: «nos sacamos la cresta y valió la pena». Hemos seguido trabajando, con cambios en el equipo pero una gran parte que permanece y con los cuales hemos ido creciendo juntos, asumiendo desafíos muy distintos. Por ejemplo, en nuestro tercer montaje (que estrenamos en Marzo en Lastarria 90)»Retratos de hombres que esperan la muerte», ocupamos por primera vez la palabra, integramos el lenguaje audiovisual de manera bastante particular, asumimos el desafío de poner en escena dos montajes ocupando espacios distintos, y pese a que faltó profundizar en algunas materias, hay un riesgo en el trabajo que me parece vital y del cual estoy muy orgullosa. Cada trabajo es distinto, presenta nuevas dificultades, por lo que apela a la creatividad del grupo para resolverlo. Para mi el teatro se hace en grupo y lo bello de tener un grupo es que puedes proponer y trabajar aquellos temas que te inquietan, decir lo que realmente quieres decir.
¿Cuáles son tus proyectos a futuro?
En teatro estoy en eso, preparando una obra que hace mucho tengo en la cabeza: se llama «Libertad» y habla sobre cómo se va formando tu destino dependiendo de las circunstancias de la vida más que por tu propia elección. «Libertad» parte de la base que la libertad no existe en este sistema a menos que tengas el suficiente dinero para realmente poder elegir qué hacer. En este momento estoy en etapa de recopilación de información, lecturas, investigación sobre realidades de la gente.
¿Es posible que nos contaras sobre «Todas Íbamos a Ser Reinas»? ¿En qué va ese proyecto?
El año pasado se filmó el teaser, en el que participé con un rol muy interesante. Junto con Ignacia Allamand encarnamos la segunda historia. Son tres historias que van mostrando el rol de la mujer en distintos momentos en nuestra historia, 70 – 90 y en la época actual, enmarcados por supuesto en los sucesos políticos y sociales que se vivieron y viven.