En los últimos dos días las noticias acerca del vocalista y líder de Rammstein, Till Lindemann, han dejado confusos a los admiradores del grupo alemán de hard rock.
El viernes circuló la información de que el músico se encontraba internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital de Berlín, aquejado por el coronavirus COVID-19, lo que, por supuesto, provocó alarma entre todos quienes conocen la trayectoria de Rammstein en general, y de Lindemann en particular. Sin embargo, pasadas unas horas se aclaró que, si bien el cantante efectivamente está sufriendo un complejo cuadro de salud, finalmente su dolencia no tiene nada que ver con el coronavirus.
Así lo informó el propio grupo germano en su página de Facebook. “Ayer por la tarde, Till Lindemann fue ingresado en un hospital siguiendo el consejo del médico de la banda. Pasó la noche en cuidados intensivos, pero ha sido trasladado porque se siente mejor. Till ha resultado negativo para el coronavirus”.
Lindemann, de 57 años, el pasado 15 de marzo volvió a Alemania tras actuar en solitario en Rusia, donde llamó la atención al aparecer en el escenario envuelto en una burbuja de plástico, llevando a especular sobre un posible contagio por coronavirus. Poco después de su regreso sufrió fiebre alta, por lo que solicitó atención médica en un centro hospitalario berlinés. Los médicos le diagnosticaron una neumonía y lo ingresaron de inmediato a la UCI en régimen de cuarentena, pero -según el diario alemán Bild- la situación del líder de Rammstein ha ido mejorando.