Este domingo 17 de mayo, 13C tiene una programación especial en medio de la conmemoración del «Mes del Mar», la cual estará marcada por la puesta en pantalla de dos interesantes documentales.
A las 17:30 horas, la señal de cable de Canal 13 pondrá en sus pantallas “Los últimos vientos”, documental a cargo de Juan Francisco Cox y que cuenta la historia de Claudio Pino Ocampo, un fotógrafo de 65 años que tiene una amplia trayectoria.
En su juventud viajó por muchos lugares del mundo, pero cuando pisó la isla de Chiloé, quedó flechado de ésta. En 1986 fotografió la última regata de lanchas tradicionales, veleros hechos a mano que ya están casi desaparecidos. Desde esos años Claudio ha tenido en mente poder editar un libro con aquello. La producción muestra la fragilidad de este patrimonio que está en riesgo y el esfuerzo del fotógrafo por rescatarlo.
“Creo que lo más destacable del documental es poder mostrar el trabajo que ha realizado Claudio Pino, el protagonista de esta historia. Con el correr de los años él empezó a entender que su archivo fotográfico de estos navegantes y sus veleras era una pieza clave para que ese patrimonio no quede en el olvido, como sí ha pasado con muchos otros patrimonios intangibles de nuestra cultura. Entonces el rescate que él intenta hacer es una suerte de “Quijotada” que me parece muy interesante y que espero que el documental aporte en esa misma línea, es decir, que facilite la reflexión acerca de la fragilidad de nuestra memoria cultural”, señala Juan Francisco Cox.
A las 22:30 horas del domingo, en tanto, 13C exhibirá “Itata 1922”, una investigación y búsqueda de cinco años que realizó la Armada junto con la Universidad Católica del Norte sobre el hundimiento del vapor Itata, la peor tragedia marítima en la historia de Chile. Ha sido llamado el «Titanic chileno».
Este material audiovisual, del documentalista Ricardo Bordones, posee relatos, fotografías, testimonios e imágenes inéditas.
El Itata zarpa desde Coquimbo el 28 de agosto de 1922, sobrecargado con ganado, equipaje y más de 500 personas, en su mayoría familias completas que se dirigían a trabajar al salitre. Frente a Punta Choros, enfrenta una fuerte tormenta que termina por hundir la embarcación en menos de tres minutos. Sólo 26 personas logran sobrevivir, falleciendo más de 100 niños.
“El Itata tiene un inigualable valor patrimonial, por su historia militar en la Guerra del Pacífico, por su historia política en la Revolución de 1891 y por ser la peor tragedia marítima en la historia de Chile. El Itata es parte de la historia de este país, pero no tenía el reconocimiento que merecía, así como tampoco el sacrificio de estas familias que viajaban a bordo”, explica Ricardo Bordones.