Suma y sigue. Desde que el 28 de abril la revista «Sábado» de El Mercurio reveló las primeras acusaciones de acoso laboral, sexual e incluso de violación en contra de Herval Abreu, en el ambiente del espectáculo comenzó a correr el rumor de que otros personajes de este mundo también iban a caer. Y así fue, el día de hoy, la misma revista citada anteriormente publicó nuevas y graves denuncias sexuales realizadas por ocho mujeres en contra del director de cine Nicolás López.
Dentro de las denunciantes a López podemos encontrar a las reconocidas actrices Josefina Montané, Lucy Cominetti y Andrea Velasco, quienes junto a cinco personas más relatan los hechos que demostrarían sólo algunos de los abusos laborales y sexuales cometidos por el cineasta.
La actriz Lucy Cominetti relata que «lo conocí en Octubre del 2008… para un piloto de una serie que se iba a llamar «Café con piernas». «Empecé a notar que él estaba interesado amorosamente en mí; no quería ser mi amigo. Y eso no iba a ocurrir de mi parte. Yo no quería nada con él; se lo tomó súper mal. Me dije que no se iba a hacer cargo de huevonas con Asperguer, como yo».
Según lo que señala la publicación, si bien la historia del café con piernas no prosperó López comenzó a trabajar en el piloto de «Qué pena tu vida» es por ello que decidió realizar un viaje con el elenco al Festival de Cine de Valdivia en el 2009, acá relata Cominetti que el director insistió con sus acosos «Estábamos en una fiesta y me trataba de dar besos. No solo eso, me arrinconaba, yo le decía que no y así. El me decía ‘Ahora estamos así pero tú y yo vamos a tirar'». Luego cuenta que cuando la iba a dejar al hostal en auto «se me lanzó encima, de nuevo diciéndome que por qué no le daba un beso, si era solo un beso». Esta situación fue confirmada por Andrea Velasco quien además contó de otras situaciones en donde vio a López acosando a Cominetti.
Por su parte, la actriz de «Soltera Otra Vez», Josefina Montané contó a «Sábado» «Trabajé con él en 2014 en un piloto para la serie Heat Attack. Tiempo después me llamó para juntarse conmigo en un restorán, porque la serie se estaba vendiendo en Miami. Pensé que sólo íbamos a hablar de trabajo, pero la situación terminó siendo sumamente incómoda. Me dijo, literalmente, si me podía agarrar la ‘teta’ y por qué me importaba si igual íbamos a terminar tirando… Me sentí tan intimidada, que lo único que atiné a hacer, fue tomármelo con humor. Después de eso nunca más volví a trabajar con él».
Estos son sólo dos de los muchos relatos que describe el medio antes señalado, en ellos se puede ver un patrón claro en su comportamiento el que se repite una y otra vez frente a las mujeres.