Gonzalo (Alberto Castillo) está triste por la petición de divorcio que le hace Paola desde África. Él quiere abandonar el hogar, pero al mismo tiempo es detenido por la familia completa para que no se vaya de la casa, ya que es parte de ellos y el padre de su nieta. Y aunque todos comprenden que Gonzalo debe iniciar una nueva vida, él se toma las palabras demasiado en serio y empieza a carretear con Moncho (Adriano Castillo), trata de utilizar el dicho: un clavo saca a otro clavo, conociendo varias mujeres. Sin embargo, al final se da cuenta que no es el mejor camino. Así comenzó ayer lunes, por las pantallas de TVN, la vigésima primera temporada de la serie más clásica de le televisión chilena: Los Venegas.
Los otros temas contingentes respecto a la familia que serán parte de esta temporada son: el uso de las parejas compartidas (se juntan por los hijos); la vuelta al trabajo después de jubilar para sentirse útil tendrá a Guillermo (Jorge Gajardo) asesorando a su ex empresa; el amor de hoy en día de las parejas jóvenes por parte de Camila (Carolina Arredondo) y su pololo Martín (Cristián Pérez), quienes tendrán que pensar si su relación se proyecta en el futuro o si se termina definitivamemente.
Por otra parte, Silvia (Mónica Carrasco) ha ampliado su negocio de banquetería. Josefina (Catalina Saavedra) se suma al proyecto, lo que le permitirá tener más ingresos, pues quiere empezar a juntar plata para comprarse una casa. Su relación con Elvis (Alberto Zará) va de mal en peor y no estarán más juntos, ya que ella se decide por el «Punto Fijo», un carabinero que la trae muy enamorada. Ante esto Elvis entra en celos y hará lo imposible por recuperarla ya que su rival le ofrece matrimonio a Josefina.
Shú (Peggy Cordero) encuentra que las mujeres que va conociendo Gonzalo, su hijo, no son las más aptas para iniciar una relación. Esto hará que Gonzalo empiece a notar que su mamá es un impedimento para su rehacer su vida y la quiera mandar de nuevo a los Andes, sin mucho éxito.
Y obviamente no puede faltar el compadre Moncho, quien después de copiarle a todo el mundo en la universidad, termina su carrera de periodismo y se hace partícipe del diario comunal de la villa, sin dejar de lado su trabajo en la oficina. Su relación con Carla (Shlomit Baytelman) será tirante, ya que las cosas entre algunos matrimonios no cambian.
Para Iván Salas-Moya, guionista de «Los Venegas» hace ocho años (y espectador de la serie desde los nueve años), la restructuración de la familia era algo inminente en el tiempo: han cambiado sus costumbres, van acorde con los tiempos y la tecnología que se vive hoy en día.
«Lo representativo de las generaciones es ver a una tercera edad actual, con ganas, trabajando, haciendo ejercicio, teniendo un sexo activo. Eso genera la comedia. Ya no se usa el recurso de los viejo gagás sin vida. El matrimonio Venegas, aunque se actualiza, mantiene el aguante de los matrimonios antiguos en donde el amor es más fuerte que cualquier conflicto que puedan tener», nos cuenta Salas-Moya.
Y finaliza diciendo: «por parte de las parejas jóvenes lo que hemos implementado es que vean las indecisiones, la búsqueda del exitismo y el poco tiempo que se da para amarse. Hoy en día y opuestamente a la tercera edad, las parejas al primer conflicto se pueden derrumbar. Por eso, el tema de Gonzalo es bien complejo, porque se queda soltero a los cuarenta en una familia de un matrimonio perfecto. Pero ahora muchas personas reinician su vida después de un matrimonio que no resulta. Para Gonzalo esta búsqueda es como volver a tener diecisiete cuando conoces una mujer tras otra y crees que todas son la mujer de tu vida».