Los participantes de la cuarta temporada de «El Discípulo del Chef» están concentrados en perseguir el primer premio: estar a la cabeza de un restaurant de Casino Monticello por un año. En esa línea, las tensiones están a flor de piel, tal como se vio en el episodio de este martes con el equipo azul, que afrontó una compleja jornada debido a una rencilla entre su chef líder y una de sus aprendices.
Tal como se mostró en el adelanto del día anterior, Marisol Pierola tuvo un verdadero día de furia, pues con cada corrección o reto de Carolina Bazán por no seguir sus instrucciones, se irritaba más. En ese contexto, los ánimos terminaron de caldearse cuando el grupo quedó en último lugar en la competencia por equipos.
Antes de que Bazán diera a conocer quién sería el nominado para el reto de eliminación, Pierola rompió en llanto. “Yo sé que me van a echar, lo tengo claro (…) No quiero estar en el grupo, no me siento a gusto. Yo creo que los estoy perjudicando. Estoy acostumbrada a trabajar sola y no quiero que ustedes estén mal”, dijo entre lágrimas mientras Miel Blanca y Natalia Duco intentaban consolarla.
Y es que minutos después, China Bazán confirmó que la nominada era en efecto Marisol Pierola. “Hay que aprender a trabajar en equipo y saber escuchar (…) Esto no es nada personal, porque con el poco tiempo que llevamos, ya les he agarrado mucho cariño a todos”, explicó.
Pero eso no bastó para la aludida, quien se indignó y se retiró del set dejando descolocados al resto de los participantes. “Qué mentira más grande, Dios mío ¿Cómo puede haber gente tan cínica?”, se le escuchó decir mientras salía. “Yo renuncio, les digo al tiro. Con lo que hizo la chef yo renuncio”, señaló a la producción, que intentaba calmarla.
Descompensada, Marisol aseguró que se había esforzado de sobre manera e incluso apuntó a un compañero de equipo que, según su perspectiva, no aportaba mucho. “He hecho lo que más he podido, me he sacado la cresta por el equipo. El ‘Zafrada’ (Víctor Díaz) no hace ni una hue… (sic) ¿Por qué no lo nominó a él?”, protestó entre lágrimas.
Paralelamente, Bazán hizo hincapié en que estaba compenetrada con sus discípulos y que desearía que ninguno tuviera que dejar el espacio, pero que los dichos de la ex finalista de «Bake Off» tuvieron consecuencias. «Quizá no le cayó muy bien el comentario, pero a mí tampoco me cayó bien el de ella», sostuvo en el backstage.
“Es una lata la situación, pero quiero que todos los que estén en mi equipo deseen estar aquí, no quiero a nadie obligado”, sentenció, haciendo alusión a la advertencia de Pierola de dejar el programa. “Si no quieres estar, pucha (sic), ahí está la puerta”, acotó.
Finalmente, la participante totalmente desconsolada le reiteraba a los productores que no quería seguir y que por su parte, no tiene absolutamente ninguna intención de acercarse a Bazán para limar asperezas: «O me cambian de equipo o me voy”, concluyó aún llorando.