«Yo no soy actor, soy un galán», dijo una vez Fernando Kliche, mostrando su singular y coqueta sonrisa. Y en esta nueva temporada de teleseries vespertinas, los protagonistas masculinos nos dejan muy claro que no es lo mismo sostener una producción con grandes dotes actorales que siendo simplemente un «galán».
La pregunta es: ¿cómo debe ser un galán de teleseries? Tiene que ver con asumirse y mostrarse como objeto de deseo, con explotar el sex appeal y la capacidad de seducción. Eso puede o no puede ir de la mano de un buen actor. Cuando se juntan las dos cosas, la mezcla es explosiva. Un galán es una versión idealizada del hombre con el que todas soñamos. Por lo tanto, sus características van evolucionando y tienen que ver con los roles de género que cada sociedad adopta en un momento determinado. Hoy en día, un galán de los cincuenta, nos choca porque nos parece un tipo machista y hasta un poco misógino; no representa el modo en que las mujeres quieren que las traten y las conquisten. Sin embargo, en el tipo físico da cien por ciento en el clavo. Es un hombre que de sólo mirarlo dan ganas de comérselo con zapatos.
Si un galán, y el papel que le dan, reúne los elementos de ser un tipo físicamente deseable y de personalidad seductora -y en este punto es importante sintonizar con un estilo de seducción que sea relevante en ese momento y lugar-, el personaje debiera cumplir con su función y las más contentas y agradecidas van a ser las mujeres del otro lado de la pantalla.
En «El Amor Lo Manejo Yo», de TVN, vemos a Jorge Zabaleta interpretando nuevamente al personaje que nos tiene acostumbrados desde Dante en «Brujas» y que repite el mismo triángulo que en la teleserie de nombre similar «Aquí Mando Yo», donde su objeto de deseo era María Elena Sweet quien se iba a casar con el villano de turno, primero interpretado por Cristian Riquelme y ahora por Julio Jung Duvauchelle. Sin lugar a dudas, el tipo de galán que representa Zabaleta definitivamente arrasa en el público femenino y, además, divierte al masculino, y su presencia en cualquier teleserie es un factor clave, ¿pero lo consideras un buen actor?
En «Las 2 Carolinas», de Chilevisión, vemos a Pablo Cerda interpretando a un galán más bien clásico, casi de teleseries ochenteras, donde los matices son bien escasos, simplemente tiene que cumplir su misión de conquistar a la protagonista con una sonrisa y una actitud que mezcla la caballerosidad y la seducción. Es difícil mostrar los dotes actorales cuando el personaje es tan plano, pero ¿cumple como galán?
En «Mamá Mechona», de Canal 13, tenemos a Álvaro Espinoza interpretando al tradicional esposo de la mujer cuarentona que decide entrar a estudiar a la universidad. Este personaje tiene más aristas, además de ser uno de los «galanes» de la protagonista, debe lidiar con el hecho de ser el padre de tres adolescentes y verse como tal, y lo logra. De que es un buen actor Espinoza, lo es, no cabe duda, ¿pero eso basta para ser el protagonista de una teleserie?
Tres actores, tres galanes, cada uno en su estilo… ¿Con cuál te quedas?