Las clásicas teleseries nacionales de los años noventa y 2000 han vuelto fuertemente a la televisión en los últimos años y desde este lunes, después de “Adrenalina” por Canal 13, es el turno de “Cerro Alegre”, la cual marcó el debut en el género de los guionistas Coca Gómez y Sebastián Arrau.
A 23 años de su emisión original, la guionista, que además es una de las responsables de «Machos» y «Mujeres De Lujo», conversó con Fotech.cl sobre este reestreno, los detalles de la historia, los hitos que marcó y mucho más.
¿Qué te parece que reestrenen «Cerro Alegre» a 23 años de su emisión original?
Me parece emocionante, es una historia de amor clásica y, a la vez, tremendamente vigente. Agradezco la oportunidad de llegar a nuevas generaciones y también de reencantar a los que vivimos el cambio de milenio. Creo que el haberla tenido “guardada” todos estos años le da una fuerza especial a este reestreno. Es una teleserie de Canal 13 que nunca se pudo repetir porque los derechos fueron comprados por Telemundo en Estados Unidos y fue inaccesible por muchos años.
¿Por qué crees que la teleserie fue tan bien recibida por la gente y hasta el día de hoy la recuerdan?
Creo que “Cerro Alegre” tuvo dos virtudes muy claras: fue una historia vertiginosa y cautivante, en una época en que las teleseries chilenas eran más bien costumbristas y se tendían a estancar entre el capítulo diez y el final. Y, además, fue una historia anclada en las emociones fuertes y opuestas, que no tuvo miedo a revivir el melodrama y mezclarlo con la comedia romántica. Siempre hemos pensado con Sebastián Arrau que la osadía y la frescura de la juventud jugó a nuestro favor como autores. Nos atrevimos a innovar y también a rescatar el melodrama clásico, que, desde los tiempos del incomparable Arturo Moya Grau, había llevado a la gloria a Canal 13.
Para ti y Sebastián Arrau fue la primera teleserie que hicieron, ¿cómo fue comenzar el camino en televisión como guionistas con «Cerro Alegre»?
Fue un regalo, un privilegio enorme que nos marcó para siempre. Debutar como guionistas, pero además autores de nuestra historia, fue muy potente, sobre todo considerando que teníamos 23 años. Nunca dejaremos de agradecer a Nené Aguirre -directora del área dramática de Canal 13 en ese momento- por la confianza y por la tremenda apuesta que hizo por nosotros. El trabajo fue durísimo, pero el éxito que vino después fue un verdadero sueño hecho realidad. Con Seba Arrau fuimos compañeros desde séptimo básico en el colegio y soñábamos con llevar una de nuestras historias a la pantalla, así que fue increíble todo lo qué pasó con “Cerro Alegre”: el éxito de sintonía, el premio APES a Mejor Guión, la Municipalidad de Valparaíso declarándonos ciudadanos ilustres y la gente creyendo que la leyenda del beso de amor eterno era real, esperando el cambio de milenio para darse el beso de amor eterno a las doce en punto. Ojalá hoy existieran más oportunidades para los nuevos autores. La juventud es osada y se atreve a romper paradigmas. Creo que eso es imprescindible para avanzar como sociedad.
¿Siempre pensaron hacer esta historia o tuvo cambios y llegó a ser lo que vimos?
En su esencia fue exactamente lo que siempre quisimos hacer. Empezamos a crear la historia a los 21 años, en el escritorio del papá de Sebastián, mientras Seba estudiaba teatro y yo filosofía. Dos años después estábamos empezando la pre producción. Siempre hay ajustes y cambios y uno tiene la tremenda suerte de rodearse de talentos y experiencia, pero la apuesta por rescatar el melodrama clásico y darle una vuelta de tuerca, permaneció intacta. Fuimos muy respetados a pesar de lo jóvenes que éramos y de lo novedoso de la propuesta.
De los personajes y elenco que tuvo, ¿hubo algunas otras opciones que se barajaron para el reparto y no se concretaron?
Hubo varias opciones diferentes, pero tuvimos la suerte de ser escuchados por Javier Larenas (productor ejecutivo) y Cristián Mason (director general) a la hora de definir el elenco. Hubo dos roles clave para nosotros: María Izquierdo, nuestra actriz favorita y la única que imaginábamos como Raquel Thompson, y la entonces debutante Paz Bascuñán, nuestra amiga del colegio, a la que conocíamos muy bien y sabíamos que iba a dar perfecto con el tono dulce, gracioso y manipulador de Heidi Astudillo.
¿Qué personajes se fueron potenciando con el transcurrir de la trama y por qué?
Tránsito Soto interpretada por la gran Patricia Guzmán, el Capitán Memo de Roberto Poblete, la Carmencha de Alejandra Herrera, la Zulema Chávez de Malucha Pinto… en general, todos los personajes del puerto fueron ganándose los corazones de la gente. Tuvimos la suerte de debutar con un elenco maravilloso, con actores consagrados muy potentes que dieron la pauta a los talentos emergentes.
¿Cómo fue la creación de Raquel Thompson y cómo viste la interpretación de María Izquierdo? Ella se transformó en uno de los villanos más memorables en la historia de la teleseries chilenas…
María Izquierdo siempre fue y será para nosotros la mejor actriz de su generación. Cada escena y diálogo que escribimos fue pensando en ella, inspirados por su talento inmenso… y ella logró mejorar y potenciar cada palabra que le dedicamos en nuestro guión, así que no nos sorprendió el resultado, porque la María es de otro nivel como actriz y hasta el día de hoy nos maravilla y no podemos más que dar gracias por haber podido crear ese personaje con ella…
En «Cerro Alegre» debutaron Paz Bascuñán y Diego Muñoz en telenovelas. ¿Cómo viste el trabajo de cada uno de ellos y los roles que interpretaron, Heidi y Coke, respectivamente?
Fue muy emocionante el proceso. Los cuatro éramos compañeros desde el colegio y cuando empezamos a esbozar los personajes de Heidi y Coke siempre pensamos en la Paz y Diego para interpretarlos. Los escribimos con ellos en la cabeza y los fuimos construyendo con ellos también. Sabíamos que podían dar con esas teclas y tuvimos la suerte de que el canal creyera en nosotros y apostara por ellos, que nunca antes habían actuado en una teleserie.
¿Y qué tal la dupla central conformada por Jorge Zabaleta y Francisca Merino? Él salió aquí de los galanes clásicos de teleseries e hizo a un actor callejero y ella dejó atrás a «Cathy Winter» de «Adrenalina» con una chica de bien muy distinta a la mencionada colegiala…
A nosotros siempre nos gustó Zabaleta para ese rol. Mauricio es el corazón de la historia, su optimismo y su melancolía marcan el tono de todos los conflictos. Creo que fue un tremendo acierto, Jorge aportó muchísimo a la creación del personaje, fue un trabajo muy inspirado y cuidado y fue fantástico ver el éxito que tuvo. Y la Pancha, sin duda, pudo demostrar que era capaz de llegar mucho más allá y constituir un personaje con matices y contradicciones, salir del estereotipo que se había construido en torno a ella. “Cerro Alegre” está llena de personajes y actuaciones memorables, y es maravilloso que la gente vuelva a tener la oportunidad de disfrutarlos.
Por último Coca, ¿en qué estás hoy y qué nos puedes contar de tu 2022?
Actualmente vivo entre Santiago y Miami. Este verano chileno estoy instalada en Estados Unidos, terminando de escribir el piloto para una nueva súper serie en Telemundo que va a ser grabada en México. No puedo dar más información todavía, pero se basa en hechos reales ocurridos durante los 2000. Es un proyecto alucinante con una protagonista femenina fuerte que va a dar mucho que hablar. Y en Chile estoy trabajando en el proyecto “Nos buscamos”, liderado por Boris Quercia y Tito Gesswein, la misma dupla de “Los 80”, basado en el libro de Constanza del Río sobre el tráfico de niños ocurrido en Chile en los 70 y 80. Soy productora asociada de la serie, que también es producida por Pablo Díaz del Río, Francisca Alegría y la actriz Fernanda Urrejola, que la protagoniza. Actualmente estamos buscando co-producción en Estados Unidos y México.