En noviembre de 1974, el cadáver de la estudiante de sociología y militante del MIR, Lumi Videla, apareció en uno de los jardines interiores de la embajada de Italia en Chile. Había sido arrojada desde la calle, aprovechando la oscuridad de la noche, por agentes de la Dina, la policía política del régimen de Augusto Pinochet. Este terrible episodio fue uno de los casos que inspiró al reconocido cineasta italiano Nanni Moretti (“Caro diario”, “La habitación del hijo”, “Habemus Papam”, “Mia madre”, entre otras películas) a filmar el documental “Santiago, Italia”, que tendrá su estreno mundial en la edición 36ª del Festival de Cine de Turín, el próximo 1º de diciembre.
Fue el rol que los diplomáticos del país europeo tuvieron durante los meses y años posteriores al Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, es lo que Moretti busca recoger la trama del documental. Por ejemplo, al momento en que el cuerpo de Lumi Videla era lanzado a la sede diplomática, en su interior habían cerca de 250 refugiados políticos, e Italia era un importante receptor de chilenos que debían salir al exilio. Por eso, el macabro hecho fue interpretado como una horrenda señal de molestia de la dictadura en contra de los representantes italianos en Chile.
En abril de 2017, mientras Nanni Moretti visitaba nuestro país invitado por el ciclo La Ciudad y las Palabras de la UC, el embajador de su país le contó todo lo sucedido. Fue entonces cuando el ganador de la Palma de Oro en Cannes decidió hacer la cinta de no ficción. Durante 12 días, entre el 31 de agosto y el 11 de septiembre del año pasado, y contando con la coproducción de la productora local Storyboard Media, el realizador se desplazó por varios sectores de Santiago, viajó hasta Isla Negra y visitó el penal de Punta Peuco (donde permanece detenido el ex brigadier Miguel Krassnoff Martchenko, uno de los condenados por el asesinato de Lumi Videla), para llevar a cabo una serie de entrevistas a chilenos e italianos, entre ellos la actual diputada Carmen Hertz, los cineastas Patricio Guzmán y Miguel Littin, el integrante del grupo Inti-Illimani, Horacio Salinas, y la escritora Carmen Castillo.
Aunque el corte final de la película aún no se conoce en Chile, se sabe que el relato va entregando los testimonios recogidos por Moretti junto a imágenes de archivo, para de esa forma reconstruir el refugio y posibilidad de salida al exilio que fue la Embajada de Italia para cientos de opositores a la dictadura de Pinochet.