«Fiebre de Baile» juega a presentar sus concursantes como grandes estrellas, pero la verdad es que varios participantes han sido recogidos del baúl de los recuerdos y otros aún sueñan con el estrellato. Pero lo que menos se entiende es por qué Christian Ocaranza, el mejor bailarín que pasó por Rojo, está reducido a un papel secundario como “bailarín de”, mientras sus ex compañeros Carolina Molina, Maura Rivera, Yamna Lobos, Leandro Martínez, Daniela Castillo, Pablo Vargas, Valentina Roth, Rodrigo Díaz, Iván Cabrera y Katherine Orellana han participado como celebridades, algunos logrando gran reconocimiento.
Ocaranza entró al programa como bailarín de María José Campos, la Porotito Verde, con la idea de apoyar a su gran amiga. Pero después de esa temporada, se quedó en el papel secundario, sin pasar al frente como Díaz, Vargas y ahora, ¡hasta Nelson Mauri!… Y eso sin decir que algunos, como Carolina Molina o Valentina Roth, ni siquiera estuvieron entre los mejores del extinto programa que también conducía Rafael Araneda.
Christian Ocaranza ganó la tercera generación del programa, el Gran Rojo, competencia que hizo competir a los mejores de cada temporada, y fue reconocido por el círculo de periodistas chilenos como el mejor bailarín del 2006. ¿No merece estar al frente y brillar con su baile como lo hacía en TVN? ¿No merece ganar Fiebre de Baile como Rodrigo Díaz, que ahora se repite el plato, y hasta fue jurado de Talento Chileno?
¿O será el mismo Christian quien prefiere mantener un bajo perfil? ¿Mantenerse lejos de la farándula después de su accidente?
Sólo él y Chilevisión tienen la respuesta, pero es extraño para los espectadores.