Hace algunos días, el departamento de prensa de Chilevisión se puso en pie de guerra. En una poco entendible decisión, el histórico director de esa área Patricio Caldichoury fue despedido ante la indignación de la gente de prensa. Trascendieron discusiones entre el director del canal Francisco Mandiola y el asesor Holger Roost-Macías, quien habría tomado la decisión sin consultarle a su jefe. Prensa amenazó con no salir al aire, pero finalmente lo hicieron, aunque al comienzo de la edición de ese día leyeron un comunicado rechazando el despido de Caldichoury y criticando fuertemente a sus jefes acusándolos de ser responsables de la crisis del canal.
Esto no es menor. Aunque siempre trascienden los conflictos internos, no se suelen ventilar hacia afuera, siguiendo el viejo cliché de “la ropa sucia se lava en casa”. Posteriormente trascendieron audios donde se escuchaba a una indignada Macarena Pizarro encarando de manera asertiva a Roost-Macías por el despido y por la situación del canal. En un país donde los empleados tendemos a agachar el moño y soportar muchas cosas que no deberíamos con tal de “cuidar la pega”, lo de Macarena Pizarro resulta notable y admirable. Más allá de lo desagradable del hecho mismo de la filtración, con esto la periodista se ganó el respeto y admiración de mucha gente.
La gestión del Señor Mandiola y su lugarteniente ario ha estado plagada de contratiempos: en su prontuario se cuentan: el abrupto final de Tolerancia Cero, con el rechazo a Patricio Fernández como panelista y la salida de Pablo Morales; el conflicto con uno de sus mejores rostros, Ignacio Gutiérrez, que les terminó ganando la demanda por discriminación y ahora volvió en gloria y majestad a hacerse cargo de “SQP”; los despidos masivos producto de la actual crisis de la industria de la TV abierta chilena; y ahora esta pelea con uno de sus departamentos más fuertes, supuestamente motivadas por roces con Caldichoury ante la oposición de este a que le tocaran a su gente.
En el audio, Macarena Pizarro se quejó de que Chilevisión era el canal con “la pantalla más sucia”. Y es que en este último tiempo han apostado por ideas que, aparte de fracasar en rating, muestran un afán de alcanzar sintonía aunque para ello haya que morderle la lengua a un leproso: “Amor en Juego”, “Manos al Fuego”, “Espías del Amor” y “Escuela para Maridos” fueron verdaderas odas al mal gusto y al sensacionalismo descarado. Tratándose del canal donde dan “Alerta Máxima”, una colección de videos de Carabineros y la PDI capturando delincuentes principalmente flaites (¿alguna vez habrá aparecido uno de cuello y corbata?); donde la Doctora Polo aparece gran parte del día resolviendo casos reales o maqueteados; donde la farándula dura tuvo su centro de poder en los ahora alicaídos “SQP” y “Primer Plano”; y donde el noticiario ha sido constantemente criticado por su tendencia a sobreexplotar la “crónica roja”, al punto de ser bautizado como “Sangrevisión”, no es menor que haya surgido esta crítica desde el mismísimo interior del canal. Ni siquiera en la época en que daban películas porno de cuarto enjuague los martes en la noche se había caído tan bajo. Lamentablemente, productos de buen nivel como “Bala Loca”, “El Jefe en tus Zapatos” (adaptación chilena del excelente “Jefe Encubierto” del Cable), “La Divina Comida” y “Cocineros Chilenos” no han logrado lucir como corresponde, y Chilevisión está peleando con TVN y Canal 13 las migajas de rating que deja el hasta ahora invencible Mega.
En las nuevas instalaciones de Chilevisión en la ex Machasa hay más conflictos que en los tribunales de la Doctora Polo, y ha corrido más sangre que en sus noticiarios. Claramente la dirección ha evidenciado serios problemas de manejo, y han tomado decisiones poco afortunadas. Quizás sería bueno que Mandiola y Roost-Macías participaran en un capítulo de “El Jefe en tus zapatos”, en el cual aparecieran disfrazados de reporteros en práctica. Que los hagan reportear una protesta con encapuchados respirándole en la nuca; perseguir a Luli mientras realiza sus primeras clases de zumba; viajar por todo Santiago para encontrar el restaurante donde se hace el mejor pastel de choclo; etc. Quizás después de esa experiencia entiendan lo que viven y tienen que hacer los funcionarios del canal, lo que les ayudaría a tomar mejores decisiones.