Como ya todos sabemos, en una sorpresiva vuelta de tuerca, «Moonlight» («Luz de Luna» para el mercado nacional) le quitó literalmente de las manos la estatuilla de Mejor Película a «La La Land» la noche del domingo. Como era de esperarse, cientos de personas han corrido a repletar las salas nacionales para ver la pequeña película que, como David, venció a Goliat, y que no habían visto hasta ese momento por ser una, de nuevo, pequeña película. Esperen. ¿Cómo? Ah, no, me acaban de avisar que eso no fue posible, porque «Moonlight» recién se estrena hoy jueves. Bonito, ¿no?
La verdad es que el papelón es aún peor. «Moonlight», con ocho nominaciones al Oscar, recién iba a ser estrenada por Diamond Films, la distribuidora que tiene los derechos acá en Chile, el 9 de marzo. O sea en dos jueves más. Cero interés. Naturalmente, nadie esperaba que la noche del domingo triunfara sobre la favorita, pero no podemos ignorar tampoco el hecho de que aún así tenía ocho nominaciones. Esas son cuatro nominaciones más, por ejemplo, que la sí estrenada «Hell or High Water» («Nada Que Perder» para el mercado nacional), semanas antes de la ceremonia. ¿Qué pasó entonces?
Desconozco cuáles criterios ocupan las distribuidoras para decidir cuáles y en qué fechas son los estrenos acá en Chile. Imagino sí que uno vendría a ser la recaudación norteamericana, en el caso de que no esté programado un estreno mundial (la mayoría de las películas palomiteras o blockbusters ya se estrenan al mismo tiempo en casi todo el mundo). Pero en ese caso, ante los 21 y fracción millones de dólares que había recaudado «Moonlight», tampoco son muy sorprendentes los 27 millones de dólares que se anotó «Hell or High Water» en su mercado de origen, convengamos.
Por lo tanto debemos asumir que otro criterio vendrían a ser las particularidades del mercado y sociedad local. Y claro, ¿por qué en Chile pegaría una cinta de temática afroamericana y homosexual que costó 1,5 millones de dólares en su realización? No pegaría. Por ejemplo, cuando se estrenó hace unas semanas «Hidden Figures» («Talentos Ocultos» para el mercado nacional), acompañado de una gigantesca campaña publicitaria y, seguramente, confiados en los más de 100 millones de dólares que a la fecha del estreno en Chile (2 de febrero) tenía ya recaudados en los Estados Unidos, no pasó nada. La vio gente, sí, pero no fue el fenómeno que podría esperarse. Claro, en Estados Unidos la actriz protagonista de la película, Taraji P. Henson, es protagonista también de «Empire», una de las series más exitosas en los últimos años allá (acá la transmite Canal 13 bien entrada la noche algún día del fin de semana para la pantalla abierta; no sé en el cable). Y además, naturalmente, hay un mercado afroamericano que acá en Chile no hay (o podría estar formándose de forma incipiente, no lo sabemos aún).
Entonces, según esto, «Moonlight» no pegaría en un mercado como el nuestro, y seguramente es cierto. La ganadora del Oscar no es una película para un público masivo, sino para uno más interesado y especializado en el tema del cine. No es «Avatar» o «Titanic». Ahora, de que mucha más gente la irá a ver desde el jueves por haber ganado Mejor Película, sin duda. Pero no fue esa la apuesta de la distribuidora, sino más bien un mero chiripazo que no esperaban. De haber perdido, el paso de «Moonlight» por Chile habría sido casi imperceptible, no con la cantidad de salas y copias con que llegará ahora.
No obstante, hay un criterio que desconozco si las distribuidoras están usando (parecería que no) y que bien puede ser uno de los más importantes a la hora de estrenar películas: la expectación. Es cierto, no podemos culpar a las distribuidoras por estrenar las películas del Oscar desde que salen las nominaciones al Globo de Oro en adelante. Es natural que más gente irá a verlas en estos meses de verano (donde además las personas tienen tiempo que antes no). Estrenada en agosto, «Moonlight» no la habría visto nadie acá en Chile. Pero distinto es cuando tienes una película con ocho nominaciones al Oscar, que ganó el Globo de Oro en Drama y que además es la cinta con mejor crítica de todo el año. Considerando que la gente que va al cine a ver este tipo de películas sabe más o menos a lo que va y conoce alguna información de las películas que ve, tirarla dos semanas después del Oscar, es una brutalidad. Sobre todo considerando que crees que va a perder.
Pero éste no es el único papelón de las distribuidoras respecto de películas del año pasado. En Sundance del año 2015 la cinta de terror «The Witch» («La Bruja» para el mercado nacional) dejó, digamos, la patada. Que era la mejor película de terror en décadas, la crítica la ovacionó hasta el cansancio, ganó el premio de dirección en esa edición del festival, etcétera. Un año después, la cinta tuvo su esperado estreno en el mercado norteamericano y a mediados de marzo del 2016 tenía estreno fijado para el mercado chileno. A días del estreno, la distribuidora (Andes Films en este caso) retrasó el estreno, aduciendo órdenes del estudio de la película, para el 23 junio del 2016. Tres meses después. En mayo había salido ya el DVD/Blu-Ray. Para entonces, la gente que sigue el cine de terror y que suelen ser muy informados respecto del tema, por lo que esperaban esta película con interés, ya la habían descargado de internet. En su corto y triste paso de 5 semanas por Chile (3 de las cuales corresponden solamente a las funciones que dieron en el Cine Normandie casi dos meses después de su paso por las multisalas comerciales), «The Witch» recaudó apenas alrededor de 34 mil dólares: casi 22 millones de pesos. En Perú, donde sí fue estrenada a principios de marzo, recaudó alrededor de 210 mil dólares en tres semanas, lo que corresponde a 136 millones de pesos chilenos. Hasta en Bolivia, que también la estrenó en marzo, recaudó casi 52 millones. Para que se fijen. A esto me refiero con la expectación.
Andes Films se mandó otra más el año pasado cuando, también en marzo, decidió dar marcha atrás al estreno de «Hail, Caesar!» («¡Salve César!» para el mercado nacional) sin ningún tipo de explicación. Es cierto, venían de perder plata seguramente con la última película de los Coen estrenada en Chile («Inside Llewyn Davis» o «Balada de un Hombre Común» para el mercado nacional), también en marzo pero dos años atrás, pese a tener dos nominaciones al Oscar (no ganó ninguna, es cierto). Quizás Oscar Isaac, el actor protagónico, no era muy conocido tampoco (ahora forma parte de la saga «Star Wars», así que ese problema ya no existe). Pero con «Hail, Caesar!» es un caso distinto, con un elenco que incluye estrellas del tamaño de George Clooney, Scarlett Johansson y Tilda Swinton, rostros reconocidos en Chile; además del doble de recaudación en casa (de menos de 15 millones de dólares a poquito más de 30 millones de dólares). Sorpresiva y desgraciadamente, la película también recibió una nominación al Oscar en esta temporada de premios recién pasada, sin haber pasado por las pantallas locales de nuestro país.
Hace dos años atrás, «Boyhood» («Boyhood, Momentos de una Vida» para el mercado nacional) perdió el Oscar en una reñida carrera contra «Birdman» la noche del 22 de febrero. La cinta perdedora no había llegado a las salas locales, pese a haber pasado ya por toda Sudamérica entre septiembre y octubre, porque su distribuidora había apostado en que se haría con la estatuilla dorada de Mejor Película, por lo que tenían contemplado su estreno para el 26 de febrero, el jueves siguiente. Naturalmente, «Boyhood» perdió el Oscar y con 60 mil dólares (alrededor de 40 millones de pesos) perdió también en su recaudación local con «Birdman» que, estrenada a fines de enero, atravesó toda la temporada de premios en Chile llegando a acumular nada menos que 322 mil dólares (casi 210 millones de pesos). ¿Pueden adivinar la distribuidora detrás de la decisión? Obvio, Andes Films. Inclusive la prensa reportó la tardanza con el estreno de la cinta, dando cuenta de otro caso de estrenos tardíos de películas nominadas al Oscar: «Dallas Buyers Club», con seis nominaciones al Oscar incluyendo Mejor Película. Pero no seamos injustos tampoco: aunque «Boyhood» perdió, la recaudación en Chile fue superior a la de Colombia, Ecuador y Perú, todas con estreno anterior a la temporada de premios. Pero claro, aquí no se pide tanto eso, sino que las películas lleguen antes de la fecha límite. La gente quiere poder ver las películas del Oscar antes de la premiación para quejarse de que no ganó la que merecía cual o tal premio.
El último caso indecoroso, y también de la mano de Andes Films, fue lo que hicieron con «Anomalisa», cinta animada para adultos (clasificada R en Estados Unidos, o sea para menores siempre que vayan acompañados de un mayor), que era toda una novedad para ser estrenada en Chile (seguramente nadie lo esperaba). Y aunque la anunciaron con bombos y platillos para el 18 de febrero del año pasado (competía por el Oscar a Película Animada de la premiación pasada), no fue un estreno tradicional. Tuvo como cuatro funciones en el marco de un evento llamado La Fiesta de los Oscar 2016 en la que participaron las tres grandes cadenas de multisalas en Chile: Cineplanet, CineHoyts y Cinemark, reestrenándose varias de las nominadas que ya habían pasado meses atrás, con funciones especiales y además con «Anomalisa» y «Mustang» («Mustang: Belleza Salvaje» para el mercado local), que corría en la categoría de Película Extranjera, como «invitadas». Fue una excelente iniciativa, independiente de lo que le hicieron a «Anomalisa». Este año no hubo nada de eso. Tampoco había mucho que reestrenar: la totalidad de las nominadas a Mejor Película fueron estrenadas después de las nominaciones al Globo de Oro.
El triste paso de «Anomalisa», sin embargo, no quedó ahí. Dispuestos a darles algo de dignidad, Arcadia Films, una pequeña distribuidora de cine principalmente independiente/artístico/europeo/latinoamericano la tomó (a veces quiero pensar que irrumpieron en las oficinas de Andes Films y se robaron la película para hacer justicia) y la estrenaron en el Normandie el 14 de abril del año pasado, para que la pudiera ver alguien. Inclusive la llevaron al Cine Arte de Viña del Mar también. De hecho, esta distribuidora, en noble labor, estrenaron para esta temporada de premios no solamente «Elle», con la gloriosa actuación de Isabelle Huppert que le dio su primera nominación al Oscar, sino también, silenciosamente, Toni Erdmann, que para entonces corría como favorita en la categoría de Película Extranjera (nada hacía pensar hasta ese momento en cómo afectaría Trump esa carrera). Es más, aunque con una temporada de premios de atraso, hoy jueves estrenan también «45 Years» («45 Años»), que el año pasado le dio su primera nominación al Oscar a Charlotte Rampling. Y también estrenaron el año pasado «Mandarinas», nominada por Película Extranjera también en la temporada pasada. A veces demoran, pero hay una pega valiosa que están haciendo con pocos recursos.
Pero a las otras distribuidoras les falla el criterio. «Nocturnal Animals» («Animales Nocturnos») llegó solamente a cines del sector oriente; y aunque corría con una sola nominación y se puede entender, no era el caso de «Manchester by the Sea» («Manchester junto al Mar»), que con seis nominaciones (y dos triunfos, que se veían venir ya en ese momento), también corrió misma suerte. Desde hoy jueves, no obstante, se exhibe para todo Santiago desde el Cine Normandie.
Otras ni siquiera las trajeron. Y no hablo solamente del caso de «Moonlight». Aunque «The Lobster» era natural por ser una película demasiado independiente, y en el caso de «Fences» ha habido problemas desde la propia Paramount en Estados Unidos para asegurar su distribución internacional (recién se está estrenando en Europa), «Silence» («Silencio»), lo nuevo de Martin Scorsese nada menos, tenía estreno para fines de febrero en Chile. «Captain Fantastic» («Capitán Fantástico») llegaría supuestamente a las salas locales a fines de enero. Con 20th Century Women tampoco llegó a pasar nada. Son películas chicas, es cierto, con pocas nominaciones, ¿pero si no las estrenas para la temporada del Oscar, les sacarás más a mitad de año? Supongamos que sí, pero sin duda hay algo viciado en el modelo de distribución de películas en Chile. Si hasta por «Jackie», de nuestro Pablo Larraín, hubo que presionar para adelantar su estreno al 16 de febrero, que originalmente sería recién hoy 2 de marzo. Al menos es algo.