Es fácil adivinar cuál es la película que los guionistas chilenos han estado viendo para inspirarse. Pero no es tan fácil estar a la altura de ellas.
No es ningún secreto que los guionistas de nuestras teleseries se inspiran en películas, en su mayoría de Hollywood o de Europa, e incluso a veces toman ideas de culebrones extranjeros, sin tener la licencia, claro. Es cosa de ver la programación actual, para notar que Viuda Alegre está inspirada en Doña Flor Y Sus Dos Maridos, Lola en Este Cuerpo No Es Mío (The Hot Chic) y La Boda De Mi Mejor Amigo (My Best Friend’s Wedding). En las nocturnas, Alguien Te Mira tomó cosas de Sé Lo Que Hicieron El Verano Pasado (I Know What You Did Last Summer) y muchas otras de la serie estadounidense, Dexter. Esto no es algo malo, ya que, como muchos dicen, todo ya está hecho y las ideas andan volando. Pero el truco está en tomar las ideas de una buena forma, sin ponerlas ahí porque sí.
Un denominador común entre las películas que han inspirado las teleseries del último tiempo es Chicas Pesadas (Mean Girls), la comedia adolescente de 2004, creada por Tina Fey (Saturday Night Live) y protagonizada por Lindsay Lohan, quién se hizo conocida mundialmente por este film. La gracia de esta película es que logró darle una vuelta a las películas ambientadas en la secundaria, contando la historia desde la óptica de Cady Heron (Lohan) una joven que ha sido criada en África y ve al colegio como una jungla, dividida en tribus, en donde Regina George (Rachel McAdams), la más popular, es la que mueve los hilos del lugar. El humor negro y las situaciones disparatadas se mezclan con la angustia adolescente, creando una película que ha cautivado a millones de espectadores.
Descarado (2006) fue la primera que tomó este modelo. En la historia de los isleños clonados, Antonella Ríos interpretaba a Catalina, una joven de veinte años, o un poco más, pegada en cuarto medio, que lideraba un grupo de tres amigas (Antonia Santa María y Celina Reymond), tal como en Chicas Pesadas. Pero aquí no había desarrollo de personaje ni lógica en sus actitudes. Tal vez hubo una mínima intención por mostrar al personaje de Perla (Santa María), como una aspirante a líder, pero se desinfló en el camino y se reemplazó por unas niñas que se dedicaban a buscar hierbitas para hechizar al niño que les gustaba o persiguiendo al otro compañerito que les llamaba la atención. Pero no pasaba nada más allá de ver a la líder llevándolas de un lado a otro. Hay algo en las últimas producciones dramáticas de la estación católica que los lleva a presentar personajes de entre 17 y 20 años como si fueran niños de 12 o 13, por lo que fallan a la hora de entregar historias llamativas para ese público.
En Lola, tenemos a Natalia (Fabiola Matte), que incluso bautizó a su perrita como Regina George, en homenaje a la película, y tuvo momentos memorables como la niña mala que atormentaba a su hermanastra Meche (María Gracia Omegna), mezclando la película ya mencionada con la Cenicienta. Y ahora, con el alargue, puso a Chicas Pesadas en pantalla definitivamente, amigando a Meche con Natalia, quienes ya no se pelean al hombre de turno, sino que se enfrentan a una enemiga en común: Bernie (Emilia Noguera), la compañera de universidad de Meche, quien está pegada en la educación superior, atormentando a las niñas que no estén de acuerdo con ella, semestre tras semestre.
En los primeros capítulos de la segunda parte de Lola, se vio cómo Meche escuchaba las legendarias historias sobre Bernie, tal como se hablaba de Regina en el film, y todo empeoró cuando a la mechona se le ocurrió poner sus ojos en el novio de la líder del campus, Bruno, interpretado por Mario Horton. Actualmente estamos viendo cómo Bernie se hace la amiga de Meche y Natalia, a su vez, planea cosas para destruirla, tal como como Janis Ian en Chicas Pesadas… Aun queda algo del extremo infantilismo en los adolescentes, tan típico de las producciones del canal católico, pero en esta última ha habido algo de avance.
Por otro lado, en Mala Conducta, está Nicole (Marcela Del Valle), la perra más perra del Instituto 2×1, que se cree dueña del mundo y de sus dos amigas que la siguen como babosas. Es la Regina George más desenfrenada y más cercana a la original que se ha logrado traspasar a nuestra realidad. Aun así, queda mucho tiempo para llegar a ver algo con la onda y personajes geniales de Chicas Pesadas en la pantalla chica nacional. Los canales necesitan quitarse los miedos y atreverse.