Sin dudas, fue la canción del momento. En julio de 2012, exactamente nueve años atrás, el mundo comenzó a sacudirse al ritmo contagioso de un tema creado por un extravagante compositor: era “Gangnam Style”, escrita e interpretada por el coreano PSY, convertida de inmediato en un hit gracias a su ritmo alegre y su curiosa coreografía.
Tanto fue su éxito, que el video promocional de la canción se convirtió en el primero de en superar las mil millones de reproducciones en YouTube y por cinco años, hasta el 10 de julio de 2017, fue el más visto en la historia de esta red social, cuando fue superado por “See You Again” de Wiz Khalifa y Charlie Puth.
El artista ya era conocido como rapero en su país, Corea del Sur, y había sacado varios discos, pero ese año su nombre artístico (en realidad se llama Park Jae-sang) se popularizó en todos los rincones del planeta. PSY ya tenía por entonces 35 años, no calzaba en el género K-Pop y, sin embargo, tocó el cielo.
Pronto se convirtió en el artista que todos deseaban conocer. Se lo disputaban numerosas firmas de moda y los anunciantes de productos que querían promocionarse con ese coreano con lentes de sol, vestido de traje y que simulaba montar a caballo mientras repetía el estribillo “oppa Gangnam style” de manera incansable.
Además, sus actuaciones se multiplicaban y artistas con muchos años de carrera querían cantar a su lado, entre ellos Madonna, que bailó el Gangnam Style en el Madison Square Garden de Nueva York, y Britney Spears, que se aprendió los pasos junto a él en el programa de Ellen DeGeneres.
Sin embargo, su repentina fama y repercusión le provocaron un fuerte estrés. No podía dejar de pensar que había alcanzado el punto máximo de su carrera y que probablemente no sería capaz de crear otro tema que fuese capaz de cosechar un logro similar, pese a que con la canción “Gentleman” alcanzó los mil millones de reproducciones en YouTube y a que en 2015 se anotó otro éxito con “Daddy”, un sencillo lanzado junto a la cantante CL, del grupo surcoreano 2NE1.
Pero no fue suficiente y presionado por fabricar otro hit de las dimensiones de “Gangnam Style”, PSY cayó en un alcoholismo del que ha sido esclavo durante años, así como en una adicción a las drogas. Para colmo, la situación comenzó a afectar la relación con su esposa y su matrimonio terminó por romperse.
Hace dos años, además, de nuevo estuvo bajo los focos aunque no por razones artísticas: estuvo supuestamente implicado en una trama de delitos sexuales orquestada, según Hollywood Reporter, por la productora YG Entertainment, responsable de “Gangnam Style”.
Actualmente, cuando se cumple el noveno aniversario del lanzamiento de su canción más famosa, PSY lleva una vida totalmente distinta y en lugar de tratar de replicar su éxito pasado, disfruta del anonimato. Según han reportado diversos portales informativos, él mismo cuenta que ahora nadie lo reconoce cuando está sin lentes de sol.
“Para pasar inadvertido solo tengo que quitármelos”, asegura.