Hace casi catorce años, entre el 5 de noviembre de 2007 y el 12 de febrero de 2008, los guionistas en Hollywood llevaron a cabo una huelga que detuvo casi por completo la industria cinematográfica estadounidense.
Fue un momento histórico y que no se ha vuelto a repetir, salvo el freno obligado impuesto por la pandemia de COVID-19 debido a motivos sanitarios a lo largo de 2021 y buena parte del presente año.
Pero en los últimos días los estudios cinematográficos, canales de televisión y los productores tras películas y series que capturan la atención de audiencias en todo el mundo estaban enfrentando la peor de sus pesadillas: una huelga inminente por parte de los técnicos audiovisuales y trabajadores que trabajan detrás de cámaras, la que incluso tenía una hora señalada: el mediodía de este lunes 18 de octubre, hora de Los Ángeles, California (4 de la tarde en Chile).
Pero el sindicato que los agrupa, la International Alliance of Theatrical Stage Employees (IATSE, traducido como Alianza Internacional de Empleados de la Escena), logró este sábado un acuerdo que evitó un paro que hubiese detenido casi por completo a la maquinaria del entretenimiento en Estados Unidos.
«Este es un final estilo Hollywood», señaló en un comunicado el presidente de IATSE, Matthew Loeb, tras concluir satisfactoriamente unas negociaciones cuando la huelga era inminente.
Entre otros aspectos, el acuerdo determino un incremento de salarios para los técnicos peor pagados, mejoras en las condiciones laborales para quienes se desempeñen en producciones de las plataformas de streaming y un aumento de las horas y días de descanso.
Estas nuevas condiciones, válidas por los próximos tres años, llegan luego de crecientes quejas por el deterioro de las condiciones laborales de los equipos técnicos y coordinadores de guion sobre todo desde la aparición en escena del streaming.
«Nos enfrentamos cara a cara con algunas de las compañías tecnológicas y de entretenimiento más ricas y poderosas del mundo, y ahora hemos alcanzado un acuerdo que cubre las necesidades de nuestros miembros», añadió en ese sentido Loeb.
IATSE, cuyo logo es reconocible al final de los créditos de las series y películas facturadas en Hollywood, representa a gran parte de los técnicos de luz y de sonido, operadores de cámara, escenógrafos y maquilladores, entre otras funciones, la mayoría de los cuales trabaja sobre la base de contratos temporales con los estudios, generalmente ligados a un proyecto concreto, y las condiciones se fijan según las directrices acordadas entre el sindicato y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), el gremio que engloba a los estudios de cine y los gigantes de la pequeña pantalla como Disney, Warner Bros., Netflix y Amazon.
IATSE espera que este acuerdo beneficie a unos 40.000 trabajadores del cine y la televisión.