La actriz fue la invitada de este domingo al programa de conversación que conduce Martín Cárcamo, donde se refirió, en gran parte, a cómo ha sido enfrentar la enfermedad que afecta a su esposo. En medio de eso, dio cuenta de un complejo episodio ocurrido hace no mucho.
«Casi me morí». Con esa expresión, Paulina Urrutia contó una grave crisis que vivió Augusto Góngora recientemente a causa del Alzheimer que sufre, lo que gatilló que un doctor lo deshauciara.
«Yo que supuestamente estaba muy preparada para todo, casi me morí. Fue tan fuerte eso, porque siempre siento que esto va a durar mucho tiempo, que también es muy angustiante, pero cuando te dicen ‘no, la sobrevida es un mes’ y yo en shock, el impacto… Me vi totalmente en pelota», reconoció la actriz.
En esa misma línea, Urrutia aseguró que «fue tan brutal lo que sentí, obviamente me puse a llorar, un miedo, un terror, una angustia y en un momento… Imagínate que yo subí a nuestra pieza, porque ya no estamos compartiendo cama, él está en un catre clínico… Subí a la pieza y estaba llorando aterrorizada».
En ese momento, contó, se levantó y dijo que «esto no se lo merece el Augusto y no me lo merezco yo. Tengo que ser capaz de acompañarlo en lo que está viviendo, pero no puedo permitirme morirme con él».
«Esa cuestión de no poder separarse, porque la gente que retiene, que en el fondo desaparece con la otra persona y dije: ‘Esto pasó porque ahora necesito volver a la vida, volver a armarme, a componerme’, y no sin haber pasado por esto, no sin haberme dado cuenta que en el momento que él se moría yo también me estaba muriendo», agregó.
Posteriormente, Paulina Urrutia bajó al primer piso y conversó con Augusto Góngora sobre este nuevo escenario. «Lloré, me enojé, me reí, pero conversé largo con él. Le dije que ya era el momento a empezar a separar estos procesos y volver a recobrar mi vida de su mano, pero que estábamos viviendo momentos en que yo tenía que recuperar energía y fuerzas para poder acompañarlo en estos momentos que se van haciendo cada vez más complejos, pero no con culpa, con miedo, menos con pena», cerró.