Estamos a pocos días de la entrega de la Academia y, a estas alturas, todo parece ya estar armado para recibir a la próxima gran ganadora. La noche del Oscar, de seguro, The Revenant va a arrasar ganándose numerosos premios. ¿Cierto?
¿O no?
La verdad es que, si bien la idea de que The Revenant arrase la noche del domingo, anotándose un número entre 8 a 12, no es del todo incierta, hay una serie de elementos que toca analizar aún.
Ha sido, para empezar, una larga y fatigosa temporada de premios. Pero, por sobre todo, impredecible. Lo que empezó como una nebulosa previo a las nominaciones, cristalizó en cuatro favoritas la mañana del 14 de enero: The Big Short, Mad Max: Fury Road, The Revenant y Spotlight.
En las semanas posteriores, con la entrega de los premios de los diversos sindicatos fílmicos, el favoritismo fue traspasándose de una a otra, mientras una cuarta opción se veía obligada a abandonar la carrera. Así, para cuando el Sindicato de Directores (DGA) hizo entrega de su premio, Mad Max: Fury Road abandonó la pista al no haber obtenido ninguno de los más grandes. The Big Short se quedó primero con el sindicato de productores (PGA), Spotlight hizo lo propio con el sindicato de actores (SAG), y finalmente Alejandro González Iñárritu hizo historia al convertirse en el primer director en ganar dos años consecutivos el premio del sindicato de directores (DGA), con Birdman y The Revenant.
Estos tres premios no hicieron sino consolidar una carrera impredecible, con tres favoritas y posibles ganadoras, algo que no se ve tan a menudo. Si nos remontamos al año 2000, Traffic, Gladiator y Crouching Tigger, Hidden Dragon se repartieron los mismos premios. Ese año, la ganadora del PGA fue finalmente la que se llevó el Oscar a Mejor Película: Gladiator.
Pero hay más antecedentes. Al año siguiente ocurrió igual situación con Moulin Rouge!, Gosford Park y A Beautiful Mind (Mejor Película). Y el 2004, con The Aviator, Sideaways y Million Dollar Baby (MP). La última vez que podemos citar fue a la vuelta de la esquina; el 2013 American Hustle, Gravity y 12 Years a Slave (MP) se repartieron los premios de la industria también, con una salvedad: el PGA fue un empate entre 12 Years a Slave y Gravity, algo nunca antes visto.
Es este último caso el más válido a la hora de buscar orientación respecto de esta temporada de premios, y es la razón por la que muchos creen aún en que The Revenant, una película cargada a lo técnico, pueda perder frente a The Big Short o Spotlight, películas con un número reducido de nominaciones, porque 12 Years a Slave ya le ganó con apenas dos premios (más el de Mejor Película para un total de tres) a Gravity, que arrasó con lo técnico. ¿Cuáles son las dos dificultades de este modelo? Nadie creía que American Hustle estuviese en carrera (de hecho no ganó ninguna de sus diez nominaciones), y por tanto y en segundo lugar, no había una carrera entre tres favoritas, sino sólo dos. Por tanto, estamos frente a un escenario distinto.
¿Pero por qué el caso del 2013 es el más válido? Porque en el 2009 la Academia cambió su forma de votación para Mejor Película, retomando un sistema que ya había operado entre 1934 a 1945 para escoger a la cinta galardonada. Es el confuso «voto preferencial» (preferential ballot para los amigos gringos), el cual fue adoptado también desde ese mismo año por el sindicato de productores para entregar su propio premio (PGA), siendo este el único (EL ÚNICO) otro grupo de votantes que acogió este sistema para equipararse al Oscar. Desde el 2009, el ganador del PGA ha coincidido con el ganador de Mejor Película, INCLUSIVE en el año más peleado en que 12 Years a Slave y Gravity empataron. Previo a este cambio, era el DGA el premio que servía más para predecir el Oscar.
Sobre las especificidades y dificultades que plantea al voto preferencial para The Revenant, volveremos más adelante. Primero iremos punto por punto respecto de aquellas otras debilidades y fortalezas que refieren a la película protagonizada por Leonardo DiCaprio.
- Ausencia de nominación por Guión.
Hay tres nominaciones/triunfos claves a la hora de determinar qué película ganará el Oscar: nominación por Director, nominación por Edición y nominación por Guión. En el primer caso, solamente 4 películas han ganado el premio sin que su Director haya sido nominado: Wings (1927, la primera ganadora), Grand Hotel (1932, que ganó sin recibir ninguna otra nominación), Driving Miss Daisy (1989) y Argo (2012, todos recordamos la sorpresiva omisión de Ben Affleck). Por el lado de la Edición, diez han sido las películas que han conseguido Mejor Película sin la respectiva nominación de Edición, incluyendo entre otras a Wings (1927, nuevamente), Ordinary People (1980) y Birdman (2014, que era lo que amenazaba su triunfo principalmente).
Pero el caso que nos convoca es el de Guión. Solamente 7 cintas han ganado como Mejor Película en la historia del Oscar sin la respectiva nominación ya sea por Guión Adaptado o Guión Original. Son las siguientes: Wings (1927, para una trifecta perfecta, la primera ganadora del Oscar solamente recibió dos nominaciones y ganó ambas; la otra fue por Efectos de Ingeniería, precursora de la actual Efectos Visuales); The Broadway Melody (1929, siendo la segunda ganadora del Oscar); Grand Hotel (1932, que como ya dijimos solamente fue nominada a Mejor Película); Cavalcade (1933); Hamlet (1948); The Sound of Music (1965, «La Novicia Rebelde» para los amigos); y Titanic (1997). Si se fijan, de estas 7, 4 figuran dentro de las primeras seis ceremonias del Oscar; al mismo tiempo, la última vez que una ganó sin la nominación fue hace casi 20 años. Entre Titanic y The Sound of Music pasaron más de 30 años. ¿Me siguen?
Ahora bien, dos detalles. No mencioné Director y Edición por azar. Si se fijaron, ambos impedimentos fueron superados dentro de esta década, en plena vigencia del voto preferencial y, AÚN MÁS, uno fue abatido por el mismo Alejandro González Iñárritu el año recién pasado, con Birdman ganando sin Edición. Por lo tanto, ¿será imposible que este impedimento caiga en una época en que los otros dos ya cayeron? Quizás le toca a la Academia premiar nuevamente a una película sin nominación por guión.
Y finalmente, si hay alguien que puede hacer que tu película gane sin nominación por guión, ese es Leonardo DiCaprio, o veamos el caso de Titanic.
- Ausencia de nominación por Mejor Reparto en el Screen Actors Guild Awards (SAG).
Si la anterior parece un indicador difícil de derrotar, éste puede ser todavía más complicado. Desde que en 1995 el Sindicato de Actores empezó a entregar sus propios premios, solamente UNA PELÍCULA, una en 20 entregas (estamos a la espera de ver qué pasa con la 21), ha ganado Mejor Película sin una respectiva nominación a Mejor Reparto por parte del SAG. Esa película fue Braveheart en el año 1995, mismo año en que comenzó la entrega de esta categoría (la primera edición del Premio SAG no incluyó la categoría de Mejor Reparto en Película).
En cambio, este año, en la entrega 21, The Big Short y Spotlight, ganando esta última, fueron nominadas en esta categoría, lo que las mantiene como potenciales favoritas inclusive por sobre The Revenant. Claro, si consideramos solamente este indicador.
¿Pero por qué es tan importante esta nominación? Sencillo: los votantes actores en la Academia casi triplican al gremio que viene después (sonidistas). Por lo tanto, una película que no recibe una nominación por Mejor Reparto en Película, viniendo de un comité de 2200 miembros del SAG que toman esa decisión, puede ser un indicador de que no tienes el apoyo de los casi 1200 actores que votan en la Academia. Esto, en ningún caso, quiere decir que Leonardo DiCaprio corre peligro: ganó el SAG, es el único que corre por una película nominada a la categoría principal, y además es la favorita. Pero sin el apoyo extendido de los actores, The Revenant la tendrá difícil.
- Derrota en el PGA, bajo sistema de voto preferencial.
Como les decía antes, el único otro grupo de votantes que adoptó esta forma de escoger Mejor Película, fue el Sindicato de Productores que, con más de 7000 miembros, reúne una cantidad de votos muy similar a la de los 6000 miembros de la Academia. Por lo tanto, si The Revenant parece no tener el apoyo de los actores, su derrota en el PGA parece indicar que tampoco tiene el apoyo de los productores, quienes, en cualquier caso, representan apenas unos 300-400 miembros de la Academia. Pero lo preocupante para la cinta estelarizada por DiCaprio es el sistema de voto preferencial. Y quizás ya sea hora de explicarlo.
En el sistema clásico, que se sigue empleando para determinar al ganador de todo el resto de las categorías, sencillamente gana el que obtiene más votos. En la papeleta de votación, cada elector indica una opción: la que quiere que gane. En el voto preferencial es más complejo: cada elector rankea el número total de películas nominadas desde 1 a 8 (en el caso de este año). Se agrupan todos los votos de cada película, o sea tenemos 8 grupos. Cada grupo se va eliminando uno a la vez, y los votos de esa película se van a repartir al resto nuevamente. Para que una película gane, debe obtener el 50% + 1 de la votación, por lo tanto se realizan la cantidad de rondas de repartición necesarias para que una cinta obtenga esa cantidad de votos. Ahora con un ejemplo:
Supongamos que tenemos 100 votos este año. De esos votos, 26 van para The Revenant, 21 para Spotlight, 18 para The Big Short, 14 para Mad Max: Fury Road, 8 para Room, 7 para The Martian, 4 para Bridge of Spies, y 2 para Brooklyn. Esta es la primera ronda. La eliminada, como en un reality show de votación por público, es Brooklyn. Los dos votos que tenía Brooklyn, sin embargo, pasan a otra película. ¿Cómo se hace esto?
Supongamos que una de las personas que la puso en primer lugar, puso en segundo lugar a Mad Max: Fury Road; y la otra persona, puso en segundo lugar a Spotlight. Por tanto, para la segunda ronda el panorama quedaría así: The Revenant (26), Spotlight (22), The Big Short (18), Mad Max: Fury Road (15), Room (8), The Martian (7) y Bridge of Spies (4). Nuevamente ninguna obtuvo 51 votos, por lo tanto se elimina la con menos preferencias. Adiós Bridge of Spies, sus 4 votos se reparten nuevamente.
Tercera ronda. Supongamos que de esos 4 votos, 2 fueron para The Big Short y 2 fueron para The Martian. Tenemos que: The Revenant (26), Spotlight (22), The Big Short (20), Mad Max: Fury Road (15), The Martian (9) y Room (8). Nos quedan seis películas, ninguna alcanzó la mayoría absoluta, por tanto toca eliminar a Room.
Cuarta ronda. Justo ocurre que de esos 8 votos, 3 votos tenían en segundo lugar a Brooklyn. ¿Qué hacemos entonces? Miramos el tercer lugar. Y en el tercer lugar de esos votos, estaba Mad Max: Fury Road. Pero en el tercer lugar de otro voto estaba Bridge of Spies. ¿Entonces? Miramos la cuarta posición de ese voto, que es un voto para The Revenant. Los otros 5 votos fueron a The Big Short. Por tanto, quedamos que: The Revenant (27), The Big Short (25), Spotlight (22), Mad Max: Fury Road (17) y The Martian (9). Tocaría eliminar a The Martian. Y supongamos que después tocó eliminar a Mad Max: Fury Road. Y esos 26 votos se repartieron de la siguiente forma: 6 para The Big Short, 12 para Spotlight y 8 para The Revenant.
Penúltima ronda. La situación está como sigue: The Revenant (35), Spotlight (34), The Big Short (31). Ninguna alcanza 51, por lo tanto se elimina y reparten los votos de The Big Short. Pero resulta que al votante de The Big Short no le gustó mucho The Revenant, y sus 31 votos se reparten 20 para Spotlight y 11 para The Revenant. Quedando finalmente así: Spotlight (54) y The Revenant (46). Por lo tanto, señoras y señores, la ganadora del Oscar a Mejor Película en este escenario, sería Spotlight. Y así, amables lectores, es como The Revenant perdió el PGA y como podría perder también el Oscar. Porque para ganar ahora no basta con tener muchos votos en la primera posición, sino que también en la segunda, tercera e inclusive cuarta.
Naturalmente, si alguna hubiese alcanzado los 51 votos antes, el proceso terminaba antes. Y si algún votante no rankeó todas las películas, eventualmente su voto se elimina si no tiene a quién ir. Pero, ¿por qué se decidió volver a este sistema de votación? No encontré información al respecto. No recuerdo qué estaba pasando el año 2009, pero o quizás Slumdog Millionaire no dejó contentos a muchos como Mejor Película, o bien -y quizás más posible- quisieron detener ese tren de gran velocidad y efectos especiales que se les venía encima: Avatar. Y así, una pequeña película que no vio nadie (The Hurt Locker), derrotó a la película que más dinero ha recaudado en la historia (Avatar). David y Goliat.
- Estreno en diciembre, sin pasar por Telluride.
La debilidad menos importante que persigue a The Revenant. Las últimas seis ganadoras de Mejor Película han tenido su estreno o bien han «pasado» por el Festival de Telluride que cada año se realiza en septiembre en Colorado, Estados Unidos. Esto incluye a la reciente Birdman. En el otro lado de la moneda, la última película estrenada en diciembre que logró tomar por sorpresa la temporada de premios y ganarla, fue Million Dollar Baby, de Clint Eastwood, y casi uno podría decir que por ser Clint Eastwood (pensemos en el fenómeno American Sniper). La pregunta es, ¿tiene el mismo poder Alejandro González Iñárritu? Y acá viene la más importante, acaso.
- Nunca ha habido un triunfo consecutivo en Mejor Película.
González Iñárritu tiene que hacer historia transformándose en el primer director en ganar dos veces consecutivas el premio de Mejor Película, algo que nadie ha logrado en casi 90 años de historia de la Academia.
No lo consiguió John Ford (ganó en 1941 con The Grapes of Wrath como Mejor Director, y en 1942 con How Green Was My Valley como Mejor Director y además Mejor Película). Y no lo consiguió Joseph L. Mankiewicz (en situación similar, ganó en 1950 como Mejor Director por A Letter to Three Wives, y luego en 1951 Mejor Director y Mejor Película con All About Eve). Son los únicos dos que han ganado consecutivamente en Director. Pero nunca nadie en Película. González Iñárritu parece lo suficientemente fuerte como para ganar Mejor Director consecutivamente, sobre todo considerando su triunfo consecutivo en el DGA. Pero, ¿es The Revenant lo suficientemente fuerte como para vencer todos estos indicadores adversos? Veamos entonces cuáles son sus fortalezas.
- Mayor número de nominaciones frente a rivales débiles.
Seré breve: The Revenant logró 12 nominaciones. Le siguen Mad Max: Fury Road con 10 y The Martian con 7. Spotlight alcanzó solamente 6, la mitad, y The Big Short todavía una menos, con 5. Esto no significa necesariamente que The Revenant vaya a ganar, pero ayuda obtener un buen número de premios (que la película de González Iñárritu sin duda logrará) de cara a Mejor Película. En este sentido, las principales esperanzas de Spotlight y The Big Short corren por las categorías de Guión, Edición y Actor Reparto, sin favoritismo en las últimas dos. Por ende, ¿puede The Big Short o Spotlight ganar con un sólo Oscar aparte del premio mayor? De que se puede, se puede, pero es difícil. Hasta 12 Years a Slave tuvo 9 nominaciones frente a las 10 de Gravity y, de hecho, ganó también Actriz Reparto junto con Guión Adaptado. The Revenant, en cambio, según cálculos rápidos, podría ganar fácilmente entre 6 a 10 premios.
En los últimos años, las películas que han recibido mayor número de nominaciones y ganado Mejor Película son: Birdman (2015*), The King’s Speech (2011), The Hurt Locker (2010*), No Country for Old Man (2008*), TLOTR: Return of the King (2004), Chicago (2003) y Gladiator (2001) [El * significa que otra película tuvo la misma cantidad de nominaciones ese año]. 7 veces en los últimos 15 años. O sea, 8 veces no ha ocurrido así. ¿Pondrá The Revenant la paridad?
- Triunfo consecutivo en DGA.
¿Por qué no consideré que Spotlight y The Big Short tengan opciones en Dirección? Pues bueno, Alejandro González Iñárritu, como ya mencioné en algún momento, logró el histórico triunfo consecutivo de dos premios del sindicato de directores, el DGA. Hasta antes del voto preferencial, este premio era el indicador más fuerte de victoria en el Oscar, y ahora con otra modalidad de voto, al menos sirve para reconocer qué pasará en la categoría respectiva. Por supuesto, hay excepciones: Ben Affleck lo ganó sin estar siquiera nominado al Oscar, pero esa situación fue tan sorpresiva que bien podemos ponerla entre paréntesis. Aparte de él, desde el 2000 en adelante, sólo Ang Lee (Crouching Tiger, Hidden Dragon) y Rob Marshall (Chicago) han ganado el DGA y perdido el Oscar; y en total desde 1950, apenas son siete.
- Triunfo en BAFTA y Globos de Oro.
Aunque The Revenant no pavimentó su ruta al Oscar con todos los premios de la industria, sí puede presumir ya de tener dos importantes en la bolsa: se anotó una tripleta ideal en los Globos de Oro y en el BAFTA: Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor. Pero hay algunos problemas.
En términos de predictor o influenciador del Oscar, ninguno de estos importantes premios tiene un peso mayor a la industria (PGA, DGA, SAG). El Globo de Oro generalmente «abre» la temporada, por lo que está a muchas semanas de la entrega del premio de la Academia, lo que implica que muchas veces su ganadora no llegue a buen puerto. En los últimos años ha sido el caso de Boyhood, The Social Network, Avatar, Atonement, Brokeback Mountain, The Aviator e, inclusive, otra de González Iñárritu: Babel. (Es cierto que el Globo de Oro divide entre Drama y Comedia/Musical, y a veces el Oscar va a esa otra película, pero en todos esos ejemplos no fue ese el caso).
¿Y el BAFTA? Pasa un poco lo mismo, aunque supuestamente año a año intentan parecerse cada vez más al Oscar, en términos de miembros y de premios. De hecho, cada temporada los pronosticadores del Oscar intentan buscar más y más señales en el BAFTA, pero parece que estas llegan a veces no más. ¿Recuerdan cuando Emmanuelle Riva corría contra Jennifer Lawrence? ¿Y cómo, por haber ganado el BAFTA, creímos que la anciana actriz tenía alguna opción contra la it girl de moda en el Oscar? No podíamos estar más perdidos. No deja de ser cierto, sin embargo, que en su ruta al Oscar, 12 Years a Slave, Argo, The Artist, The King’s Speech, The Hurt Locker y Slumdog Millionaire ganaron primero el BAFTA, pero han tenido también malas rachas. Entre 2004 a 2007 ganaron The Aviator, Brokeback Mountain, The Queen y Atonement; todas derrotadas en la Academia. Y el gran tema es que el año pasado ganó Boyhood, para luego perder el Oscar frente a Birdman. ¿No será que los británicos premiaron a The Revenant para arreglarla un poco por el año pasado? ¿O fue efectivamente la confirmación del momentum de la película de DiCaprio?
- Relatos: Leonardo DiCaprio y #OscarsSoWhite.
Esta es la más subjetiva de las fortalezas de The Revenant, pero en muchos casos la victoria en el Oscar depende de los relatos que se van construyendo en medios de comunicación, redes sociales, circuito de la industria cinematográfica, etc. Cuando hablo de relatos estoy pensando en el del McCoinassence (Matthew McConaughey poniéndose a trabajar en películas serias, culminando en su Oscar por Mejor Actor con Dallas Buyers Club); o en los dos años de #OscarsSoWhite (y la doble victoria de Idris Elba en el SAG, asociada a esta campaña, con Beasts of No Nation y Luther).
Hay dos relatos este año que favorecen a The Revenant. Por un lado, el del «Oscar Blanco», dejó a la Academia preocupada, por lo que se tomarán medidas desde el próximo año para buscar una mayor diversidad. Pero este año todavía pueden hacer algo: entregarle el Oscar a un no-blanco, y justo Alejandro González Iñárritu es mexicano, por lo tanto pueden usarlo un segundo año consecutivo para expiar sus culpas. Todavía más, este año su película incluye nativos americanos, así que aún mejor. Están casi de adorno y de paisaje, y uno podría pensar que fueron incluidos en la categoría de Diseño de Producción, ¿no? Pero ahí están y son convenientes. El mismo DiCaprio abogó por los derechos de los pueblos originarios en su discurso de triunfo del Globo de Oro. En esta ficción de que el Oscar no discrimina, pueden premiar a la ficción de que The Revenant se interesa por los pueblos originarios. Y todos felices. Incluido DiCaprio.
El segundo relato en juego es precisamente el de «¡Denle un Oscar a DiCaprio!», que este año ya llegó al nivel de que una productora realizó un videojuego en flash (redcarpetrampage.com) relativo al tema. Pero en los años anteriores todos hemos sido testigos de la avalancha de memes que circulan por redes sociales cada vez que DiCaprio tiene alguna posibilidad de hacerse de un Oscar. Realmente no sabemos qué tanto interés tiene realmente el mencionado en ganarse la estatuilla dorada, pero podemos especular en que al final de The Revenant, cuando mira a la cámara, es como si mirara a los miembros de la Academia y les dijera: «¿Vieron? ¿Qué más tengo que hacer?». Con cinco nominaciones a cuestas, parece ser que llegó su hora. Al existir tanta expectativa y presión social para que DiCaprio gane un Oscar, quizás la Academia pueda decidir que tiene que ser a lo grande, y que ganar solamente Mejor Actor no basta: pues que gane también su película y, aún más, que arrase.
Entonces, para terminar, ¿arrasa The Revenant o no? Desde la puesta en vigor del voto preferencial, ninguna película ha ganado más de 6 premios, The Hurt Locker el 2010, el primer año de este método. El 2012 The Artist se anotó 5, el 2011 y el 2015 las ganadoras obtuvieron sólo 4: The King’s Speech y Birdman. Finalmente, 12 Years a Slave (2014) y Argo (2013) ganaron apenas 3 premios. Pero anterior al voto preferencial, los arrases tampoco han sido tan comunes, al menos desde el 2000 en adelante: Gladiator ganó 5; A Beautiful Mind ganó 4; Million Dollar Baby, también 4; Crash, solamente 3; The Departed, nuevamente 4, lo mismo que No Country for Old Man. Acaso solamente Chicago, con 6 triunfos, The Lord of the Rings: The Return of the King, con su récord de 11 nominaciones y 11 triunfos, y Slumdog Millionaire con sus 8 premios, pueden contar como arrases.
Hay otra tendencia estos últimos años: el empate. La Academia ha preferido repartir la riqueza, sobre todo ante triunfos controversiales. A The King’s Speech la empataron con Inception; a The Artist la empataron con Hugo; a Birdman la empataron con The Grand Budapest Hotel. Tendencia que se aprecia de nuevo, retrocediendo en el tiempo, cuando Crash, Brokeback Mountain, King Kong y Memoirs of a Geisha empataron con 3 premios cada una, en acaso el año más controversial del Oscar. O cuando A Beautiful Mind, en otro año polarizado, empató con The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring con 4.
¿Se fijan lo que intento plantear? The Revenant, por lo divisiva que es, y tomando en cuenta sus fortalezas y debilidades, no podría arrasar realmente. Lo más seguro es que intenten hacerla empatar con otra que tenga la posibilidad: Mad Max: Fury Road, que con 10 nominaciones, pelea codo a codo contra la cinta de González Iñárritu en los premios técnicos. Todo esto, naturalmente, en el caso de que finalmente sí gane Mejor Película, algo de lo que no estoy aún tan convencido. O podría darse un Gravity vs. 12 Years a Slave, de perder Mejor Película a manos de Spotlight o The Big Short. Son los dos escenarios más plausibles. Así, prepárense todos para el domingo, el final de una de las temporadas más impredecibles del último tiempo.