Desde que se hizo público, o se confirmó, que la nueva animadora del Festival de Viña sería Carolina de Moras, las críticas y especulaciones sobre su posible desempeño no dejaron de hacer ruido entre la prensa, seguidores y detractores de la ex conductora del “Buenos Días a Todos”. A días de haber terminado el certamen y analizando su paso por la Quinta no me queda más que decir: ¡Carola, te felicito, prueba superada!
Aunque no es nada nuevo que se critique la elección de animadora de Viña, recuerdo cuando salió Soledad Onetto, todos encontraban que era demasiado seria para la Quinta y resulta que lo hizo mejor que el mismísimo Felipe Camiroaga, que se supone sería el que se llevaría todos los créditos. Después cuando se anunció a Eva Gómez se especuló que ella llegaba a ese lugar sólo por el hecho de ser la señora del Director de producción de Chilevisión y Director general del Festival, Pablo Morales. El anuncio de Carola no dejó de ser la excepción, las críticas se basaban en la poca experiencia de la animadora en la conducción de programas y grandes escenarios.
Creo que fui una de las pocas que le tuve fe desde un principio, y pienso que no me equivoqué. Obviamente hay que reconocer que aún tiene muchas cosas que aprender y mejorar, como es el uso de la voz, informarse más sobre los participantes, saber ocultar sus nervios, etc. Detalles que a mi gusto no lograron que la animadora reprobara su labor, aunque de seguro a muchos les hubiera encantado.
En cuanto a su desempeño, comenzó muy nerviosa, errando la primera noche con la elección de su vestido, o mejor dicho se equivocó al modificar el vestido sin la aprobación de la diseñadora que lo creó, Karyn Coo. Los nervios y la ansiedad la traicionaron al punto de salir al escenario con una pinza en el pelo, cosa que ella se tomó con más humor que la misma prensa. Así día a día Carolina fue mejorando en sus apariciones. La segunda noche se emocionó cuando la Quinta Vergara le cantó el cumpleaños feliz, se lució hablando en inglés con Rod Stewart y dejó que Rafael Araneda se posicionara como el conductor del Festival, algo que se le criticaba mucho a Eva, que limitaba la animación de Rafael. Los mayores errores de la animadora fueron esas largas pausas que a veces dejaba, o la poca claridad cuando La Ley hizo el homenaje a Cerati, donde habló de ‘los que ya no están’ entendiéndose que también se refería Andrés Bobe y no al ex cantante de Soda como luego explicó. Confundió algunos nombres y tuvo algunas malas elecciones de vestido, pero fue de menos a más demostrando que si se le da tiempo puede llegar a ser una buena animadora.
Para mí, luego de esta pasada por Viña, Carolina de Moras simplemente sumó y por ende le ganó a todas esas malas críticas que de un principio la vapulearon.