La noche del jueves, en “De tú a tú”, Martín Cárcamo visitó a Carmen Gloria Arroyo, “La Jueza”, donde la reconocida abogada contó sobre una parte de su historia de vida que la marcó para siempre: el abandono de su padre.
Carmen Gloria contó que creció en Santiago y que tuvo una infancia muy normal, hasta que sus papás se separaron y su progenitor, con quien tenía una muy buena relación, abandona el hogar. “Fue muy raro que desapareciera. Se despidió igual como todas las mañanas, me dio un beso en la frente como lo hacía siempre, y salió”. Ella recordó que su papá desaparecía por muchos días, pero su mamá siempre le dijo que andaba trabajando. “Nunca le gustó que una hablara mal de él o reclamara”.
“Empezaron a pasar los días, que no era raro porque desaparecía, pero comencé a notar rara a mi mamá. Muy deprimida. Me parecía que lloraba. Y me empezó a preocupar. Hasta que un día nos dijo: ‘tu papá no va a volver, nos vamos a quedar acá. Vamos a seguir todo igual pero el papá parece que se va a quedar en el sur’. Habían pasado dos meses. Me sentí traicionada. Pasaron años en que yo esperaba que en algún minuto apareciera”. Tenía muchas preguntas sin responder, y le echaba la culpa a su mamá. Fui súper injusta con mi mamá porque crecí con esa idea hasta los 17 o 18 años que yo busqué a mi papá, pensando en que mi papá no me iba a ver porque le tenía miedo a mi mamá”, agregó la conductora.
Ante la pregunta de qué es lo que pasa por la cabeza de esa niña de 15 años, que se siente abandonada. Ella respondió que cree que funciona la imaginación “como un arma protectora, una se empieza a imaginar cosas que no son”, explicando que inventaba teorías de por qué no hay una comunicación.
Su mamá comenzó a vender las cosas de la casa para poder subsistir, ya que el papá de Carmen Gloria no enviaba dinero tampoco. Su tío Omar fue el gran apoyo para ellos y es una de las figuras importantes en su vida.
Para “La Jueza” un día que la marcó fue su graduación de 4to Medio. “Yo esperé ese día que él llegara. Estuve todo el rato con el cuello para atrás. Cada vez que entraba alguien, pensaba que iba a ser mi papá. Yo decía, hoy es el día. Hoy va a tener que aparecer, él sabe que esto es importante. Va a aparecer. Y no. Hasta que una de esas miradas para atrás, vi a mi tío Omar con un ramo de flores enorme. Y no, no apareció”.
Rememorar este duro episodio emocionó a Carmen Gloria porque a ella le sigue doliendo. “Por eso yo lo hablo tanto en el programa cuando los papás dejan de ver a los hijos, o no se hacen cargo. Porque claro, lo hacen en la pelea que se enfrascan con la mamá. En la rivalidad que tienen con la mamá. Y pensando netamente en lo económico. Pero no piensan en la emoción que siente un niño. Un niño no tiene la capacidad de entender esas cosas. Es un dolor enorme. La persona que incondicionalmente te tiene que amar toda la vida, te dice ‘no me importas, no me importa lo que pase contigo’. Y asumir eso es durísimo. Y siempre he creído que el dolor de la perdida de mi padre, la falta de cariño y empatía que tuvo conmigo, me hizo crecer, madurar. A lo mejor es una excusa hue*n* que me invento, pero yo creo que si hubiera seguido viviendo con mi papá, sería una cabra chica malcriada. Pero cuando tú papá decide no verte, es tremendamente doloroso”.
La abogada también reveló que su mamá tuvo depresión por las circunstancias. “Tenía un desgano total. No salía. Mi mamá era bien alegre, y en esa época se puso muy triste. Estaba casi todo el día en su pieza. Hacía las cosas de la casa, pero se volvía encerrar. Nunca más rehízo su vida, se quedó sola para siempre”. Ella dice que todas estas cosas la hicieron cambiar. Fue ella quien habló en el colegio para obtener becas y poder seguir estudiando. Se volvió la partner de su mamá y asumió roles que la alejaron de sus hermanas.
A los 17 años fue a buscar a su papá. “Tengo que ir a ver si todas estas fantasías que yo me había creado en la cabeza, es verdad o no. Me fui al sur sola, pensando en que estaba en el campo”. Pero su papá no la recibió porque “estaba ocupado”. Se devolvió a Santiago llorando. Aseguró que en ese momento hizo el duelo y no lo buscó más. Tampoco le contó a su mamá. “Me arrepentí tanto de haber desconfiado de mi mamá, que no era capaz de decirle ‘mira qué imbécil soy, pensé que tú no me dejabas verlo’”.
A los 21 años su papá se contactó con ella y lo llevó a su casa, hasta durmió ahí. “Me arrepiento de haberlo hecho hasta la médula de mis huesos”. Le preguntaron por qué se había ido, pero él decía que nunca más. “Al otro día en la mañana se fue, y nunca más lo vi en mi p*t* vida. Hizo lo mismo dos veces y por culpa mía. Esa culpa con mi mamá hace que yo nunca le cuente que había ido al sur”. Su mamá les dijo que no se hicieran ilusiones.
Igualmente, relata que su mamá fue la que hizo toda la pega de criarla. “Ella siempre tuvo ese dicho desde que mi papa se fue ‘nos tenemos a nosotras. Somos nosotras. Olvídate de tu papá. Esto somos’. Todos esos mensajes subliminales que mi mamá fue dejando en mi cabeza, me permitieron que, el día en que ella se deprimió y no tuvo fuerzas, agarrar fuerza y salir adelante. Dar la lucha y reinventarme. Todo se lo debo a mi mamá”.
En cuanto a su padre, nunca más supo nada de él, hasta que un año después de que había fallecido su mamá, Carmen Gloria fue a hacer un trámite en el hospital de Carabineros, y le dicen que el titular estaba fallecido, o sea, su papá. “Salí de ahí y fue súper raro porque me provocó llanto, me dio pena. Y yo decía ‘por qué tengo pena si es un viejo de m**rda que nunca me quiso, que nunca se preocupó por mí, que me debiera dar lo mismo’. Estaba en el auto y me dije ‘soy huérfana’”.
Arroyó comentó que pasó por todas las emociones, tuvo mucha rabia, estuvo muy enojada hasta que buscando una foto de su mamá para poner en su casa, encontró una de ambos padres juntos. No quería ponerlo a él pero después se reconcilió con esa parte de su historia. “Si quiero poner en mi casa algo simbólico, que tenga que ver con mis raíces, que no me haga olvidar todo lo que he recorrido para tener mi casa, bueno, él tiene un lugar en esta historia”.
La animadora del Festival de Dichato, confiesa que si le pudiera decir algo en estos momentos a su padre le diría, “te perdono, pero no sabes lo que te perdiste. Qué pena por lo que te perdiste. Nada más”.
Por último, contó que hasta hace poco ha ido descubriendo que tiene más hermanos por parte de papá. Recuerda que en el aeropuerto se le acercó una joven y le dice que es su sobrina. Su reacción no fue la mejor y le pidió disculpas en cámara porque no actuó bien. “Imagino que todos esos hermanos que tengo son de aventuras que tuvo mientras estuvo casado con mi mamá. Quizás cuántos hijos dejó botado”