Sin duda uno de los grandes miedos que tiene el telespectador al elegir una teleserie de Canal 13 son los alargues. Y si bien “Primera Dama” ha sido superada por “La Familia al Lado” en sus primeros capítulos, no sería raro que en la estación rondara la idea, una vez más, de estirar su nueva teleserie, ya que ha logrado subir sus índices de sintonía en el bloque de las 20 horas y en el resto de su programación («Viva La Mañana», «Tele13»). De hecho, la esperanza y las expectativas están puestas en que se acorte la brecha con la producción de TVN una vez que ésta deje de ser una novedad.
Y es que, por lo visto, la gran creatividad de los canales no es mucha, en especial en la ex señal del angelito, ya que cada vez que una producción dramática es exitosa, ésta se alarga, sin importar si el contenido del proyecto se deteriora. Ejemplos hay de sobra, como “Machos”, “Brujas”, “Papi Ricky” y el caso más emblemático, el de “Lola”, que llegó a estar más de un año en pantalla… y sino se alarga por guión, se estiran sus capítulos por edición.
Las estaciones de la competencia no lo hacen nada de mal tampoco. Mega aprovecha al máximo sus sitcoms, cómo olvidar las variadas temporadas de “Casado con Hijos” -y sus tantas repeticiones por lo demás- o los nuevos capítulos que le sumarán a “La Colonia”. ¿Y TVN? Si bien hace algunos años la televisora pública respetaba muy bien los términos de los semestres, en el último tiempo ha seguido la línea de sus competidores. Por ejemplo, en el 2006 “Cómplices” duró desde marzo a octubre, mientras que a partir del 2008 sus telenovelas del segundo semestre empiezan en septiembre y terminan en marzo, a la vez que las de la primera parte del año se extienden de marzo a septiembre… cuando años atrás era claro que una producción duraba de marzo a julio, o agosto a más tardar, para seguir con su sucesora que no finalizaba más allá de la fecha de Año Nuevo.
Y, por otra parte, aunque en un principio la idea inicial, y uno de sus puntos fuertes, era que las producciones dramáticas nocturnas fueran cortas, con sólo sesenta capítulos -para así no caer en los típicos “guateos”-, eso ya quedó en el pasado y desde “¿Dónde Está Elisa?” que los proyectos de ficción para adultos llegan a noventa episodios, algo absolutamente innecesario en teleseries no tan potentes, como “Conde Vrolok” y “40 y Tantos”.
A veces sólo se quiere disfrutar de una buena historia durante un tiempo breve y determinado, pero si se estira sólo por el rating y ahorro de costos, pasando por encima de un buen guión, se comete un gran error, en donde lo único que se consigue es bajar la calidad de los productos, algo que, ojalá, Canal 13 no vuelva a hacer con “Primera Dama” y no nos tenga hasta el próximo año viendo las aventuras de la ambiciosa “Sabina Astudillo”, pues es justamente esta práctica una de las grandes razones que llevó a perder la confianza en su área dramática.