Tras meses de negociaciones, la empresa española y la ex señal del angelito firmaron un acuerdo marco de consultoría mediante el cual el primero se compromete a detectar soluciones de negocio para el canal. Este acuerdo suscrito por Javier Urrutia, director ejecutivo de Canal 13, y Raúl Berdonés, presidente del Grupo Secuoya, surge en un momento de transformación para la industria audiovisual chilena y latinoamericana. El cambio en los consumos de contenido, la propia revolución tecnológica y la fragmentación de las audiencias han conducido a un nuevo modelo productivo, que ya ha tenido lugar en otras latitudes.
En virtud de este contrato, un equipo de profesionales del Grupo Secuoya, pertenecientes a las áreas de Servicios y BPO y con una amplia experiencia en procesos similares, se han trasladado a Santiago para analizar los procesos de optimización de recursos técnicos y humanos. Este equipo está trabajando de forma conjunta con la estación ubicada en Inés Matte Urrejola en la búsqueda de la mejor vía de implementación de las propuestas que surjan de la consultoría.
Para Canal 13, la presencia de Secuoya es una garantía a la hora de acometer la reestructuración de su modelo de negocio, debido a que el grupo español ha participado en la transformación del modelo de televisión abierta en España.
En ese país, hace 10 años, la externalización de servicios audiovisuales surgió en respuesta a la crisis del sector y la necesidad de dar sustentabilidad a la industria televisiva abierta. La implementación de un nuevo modelo, concentrado fuertemente en el desarrollo de contenidos y un nuevo enfoque de procesos y gestión, permitió que las cadenas bajaran sus costos de operación y mejoraran sus resultados financieros sin perder identidad, control ni línea editorial.
Gracias a la externalización, el sector audiovisual español ganó en competitividad, las empresas crecieron y los trabajadores vieron cómo se incrementaban sus posibilidades de desarrollar proyectos para varios clientes. Las cadenas mejoraron sus resultados financieros sin perder su línea editorial y, externalizando los servicios, consiguieron centrarse en su core business: programación y distribución de contenidos.