Un verdadero tirano, un abusador de aquellos. Así puede describirse a Scott Rudin, un poderoso productor de Hollywood, responsable de títulos como “Red Social”, “Sin lugar para los débiles” y “El show de Truman”, entre muchos otros, y famoso también en los últimos años por su exitoso trabajo en Broadway.
En la meca del cine era conocido por humillar a sus empleados, despedirlos sin razón aparente, o tener fuertes desencuentros con actores y otros miembros de la industria del espectáculo. Y mucho antes de movimientos como el #MeToo él incluso se jactaba de su estilo agresivo: en 2005, por ejemplo, presumía de haber despedido o forzado la salida de 119 asistentes, aunque miembros de su equipo consideran que el número se acercaba más a 250.
Pero todo llega a un límite y el tiempo de Rudin en la industria del espectáculo pasará a la historia luego de un reciente artículo de The Hollywood Reporter que sacó a la luz nuevas denuncias de abuso en su contra.
Según la publicación, a lo largo de los años el productor protagonizó episodios como romper un computador cuando lo golpeó en la mano de un asistente que no pudo reservarle un asiento de avión para un vuelo y en otra ocasión arrojó un recipiente de cristal a un empleado mientras estaba en una reunión. También se cuenta que Rudin rompía tantos celulares estrellándolos contra lo que tuviera por delante que sus subalternos tenían listos varios aparatos de repuesto para reemplazar los que destruía. Antes, en la época de dominio de la telefonía fija, los integrantes de sus equipos solían medir el cable del teléfono para saber cuál era la distancia de seguridad si es que se enojaba.
De estas historias ya se había hablado. La agencia EFE reportó que en 2014 el New York Post aseguró que el productor empujó del auto a un asistente mientras estaban en movimiento por haber llegado tarde a recogerlo al aeropuerto y que en otra ocasión llegó a atropellar a otro de sus empleados. Cuando en entrevistas posteriores se le plantearon estas situaciones, Rudin reaccionó riéndose.
Las risas -y ojalá los abusos y comportamiento violento- se acabaron tras el artículo de The Hollywood Reporter. “Después de un período de reflexión, he decidido retirarme de la participación activa de nuestras producciones en Broadway”, aseguró el productor ayer mediante un comunicado emitido enviado al diario The Washington Post.
Igualmente, pidió disculpas por “el dolor causado” con su “comportamiento”, el cual, según la productora Megan Ellison, llegaba a límites propios de “un verdadero monstruo, según varios posteos en su cuenta de Twitter.
“Este artículo apenas roza la superficie de todo el comportamiento abusivo, racista y sexista de Scott Rudin”, afirmó Ellison, quien trabajó con Rudin en la película “Temple de acero”.
https://twitter.com/meganeellison/status/1379833708509732868