Desde la venta de entradas en el mes de mayo se pudo vislumbrar que era uno de los conciertos más esperados del año. En sólo dos horas y media se agotaron siete de las nueve localidades disponibles en el recinto, siendo éste un antecedente de la leal fanaticada que tiene el cantante hawaiano en nuestro país.
Luego de su visita en el año 2012, donde repletó el coliseo de Parque O’Higgins con su disco debut “Doo-Wops & Hooligans”, las expectativas para el concierto del 28 de noviembre estaban por las nubes, y Bruno Mars no decepcionó a nadie.
Cerca de las 21:30 horas las luces del Estadio Nacional se apagaron para dar inicio al “24K Magic World Tour” en Chile. La fiesta comenzó con “Finesse”, en donde el rugido de los fanáticos, autodenominados “Hooligans”, se hizo notar y se olvidó la media hora de retraso del artista.
El show siguió con uno de los hits que consolidó el mejor momento de su carrera en la actualidad “24k Magic”, en donde oficialmente el nacido en Hawaii demostró porque está en la cima de la música pop.
Después recordó su segundo CD “Unorthodox Jukebox” con Treasure, en donde revivió el funk y logró hacer saltar al público, quienes a gritos demostraban lo bien que lo estaban pasando.
Eso sí Bruno no estuvo solo. En el escenario lo acompañaron, un bajista, un baterista, un guitarrista, sus tres coristas, quienes además mostraron sus dotes en el baile. Sin embargo, la gran sorpresa fue su tecladista, quien después de que Mars interpretara “When I Was Your Man” deleitó a la audiencia con un solo de piano que no dejó a nadie indiferente.
El concierto fue un hervidero de sorpresas. La primera fue que la gran mayoría de las canciones terminaban con fuegos artificiales. No obstante, la segunda hizo gritar a todas las damas presentes. Cuando Bruno Mars estaba en el medio de “Calling All My Lovelies” les dijo a todas sus fans que eran sus “pololas”, a lo que varias vociferaron “Mijito rico” y “cásate conmigo”.
Además realizó nuevas versiones de “Marry You” y “Locked Out Of Heaven” en donde las guitarras eléctricas eran las principales protagonistas. De hecho entre los asistentes se decía que tenían un aire a “The Police”.
Ya llegando al final del concierto, Mars le dijo a toda la audiencia que viene una canción especial que fue la que lo llevó a la fama: “Just The Way You Are”. Fue en este momento donde las parejas se abrazaron y los demás coreaban a todo pulmón. Esta fue una gran antesala de lo que sería el término de la fiesta.
La encargada del cierre fue “Uptown Funk”, canción que fue compuesta por Mark Ronson y la cual demuestra por qué Bruno Mars es un músico influyente en la actualidad, por qué ha arrasado en las diferentes premiaciones y por qué nuevamente está nominado al Grammy.
Con cerca de una hora y 30 minutos, el hawaiano se despidió de Chile, completamente agradecido de su fanaticada, en donde más de una vez dijo “Te Amo Chile” o “Te Amo Santiago”. Claro que muchos quedamos con gusto a poco, pero más que agradecidos de poder escuchar la calidad vocal y la destreza en el baile del cantante.