El reportaje emitido por «Informe Especial» el pasado miércoles causó indignación en la audiencia luego de que se revelaran los montajes realizados por TVN durante la dictadura militar a favor del Gobierno de entonces.
Bernardo de la Maza, quien formaba parte del departamento de prensa del canal estatal por esos años, fue indicado como cómplice de esta situación, por lo que ayer en el programa «Mentiras Verdaderas» de La Red, salió a defenderse frente a las acusaciones en su contra.
“Para mi fue un oprobio, una vergüenza pública. Yo aparezco como un vendido, como un secuaz y servil, un lamesuelas a la dictadura, cuestión que claramente no fue así. Eso afectó para alguna gente, mi honra. Y al decir mi honra, es la buena opinión y aprecio que he obtenido yo, por mi virtud de periodista por más de 35 años”, señaló en el programa conducido por Ignacio Franzani.
Allí, explicó también las imágenes que lo mostraron participando en una conferencia de prensa de miembros del MIR en 1975. “Yo trabajaba en Televisión Nacional y me dijeron que había una conferencia de prensa de miristas arrepentidos en el Diego Portales, que era el edificio de Gobierno. Yo me dije: ‘Qué raro. Miristas arrepentidos probablemente son torturados y presionados’”, consignó Bío Bío.
“Llegué allá, y me encontré con un montón de periodistas de todo el mundo. Estaba conducido por un periodista (Raúl) Duque, que era de El Mercurio y de la Associated Press. Habían cuatro miristas muy bien vestidos, con corbatas, impecables. Afeitados, bien peinados. Cero rostros de tortura y comienzan las preguntas y las declaraciones”, contó.
Sobre esto, relató que «ellos plantean básicamente que la lucha armada que el MIR había comenzado en 1967 -bastante antes del gobierno de la Unidad Popular- no le había dado resultado. Y que ellos reconocían la derrota, lo que tampoco es de extrañar frente al Ejército chileno y frente a la detención que sufrieron ellos, probablemente bien brutales y violentas, con un Ejército, una Fuerza Aérea, Armada y Carabineros, sumamente fuerte contra este grupo que serían 100, 120 chiquillos”.
“Visto hoy, claramente es un montaje. Pero en ese momento nosotros estábamos muy lejos de tener el conocimiento de lo que pasaba en el país, específicamente después de la llegada de la Democracia. Sabíamos que había torturas, pero los detalles los vinimos a conocer muy especialmente después de Democracia”, explicó.
De la Maza fue enfático en señalar que no participó de estos montajes y que “yo fui engañado y me dio mucho desagrado recordar la escena. Ver a estos chiquillos que yo no tenía idea lo que les había pasado y lo que les pasó después, que fue mucho peor”.