Durante la semana se supo que Benjamín Vicuña le propuso matrimonio a su novia, la China Suárez, y que la boda sería a fines de año, en una ceremonia doble que se realizará en Chile y Argentina. Así lo reveló la propia actriz trasandina a la revista Gente, de la que fue portada.
En la entrevista relató que la propuesta de casamiento fue después de un almuerzo en el campo de la familia de Vicuña en Chile. “Yo estaba dispuesta a dormir una siesta, porque siempre la necesito. Y Benja me insistía: ‘Ey, vamos a ver los caballos’. Entonces Isabel (la madre del chileno) me decía: ‘Vaia, vaia, chiquita, vaia…’. Llegamos a las caballerizas y se arrodilló. Mi primera reacción fue una carcajada. Sacó el anillo comprado con su mamá, me dijo unas palabras y tiró la pregunta. Puedo asegurar que fue un momento mágico», contó Suárez.
En todo caso, aprovechó de aclarar un par de puntos respecto de su relación con Vicuña. En primer lugar, que la pareja firmará un acuerdo prenupcial al estilo de los que suscriben las estrellas de Hollywood, aunque no pensando en proteger sus propios bienes, ya que Benjamín Vicuña tiene recursos de sobra y proviene de una familia muy acomodada. “No necesito la plata de nadie. Eso es demodé, de mujeres demasiado dependientes. Y yo no voy a dejar jamás de trabajar», dijo durante el diálogo con Gente.
En segundo lugar, reveló que a raíz del prontuario del chileno con las mujeres la infidelidad fue un tema que se charló en profundidad en la casa Vicuña-Suárez. «Soy monógama. La infidelidad no va de la mano del amor. Y si estoy enamorada, no deseo a otro hombre. Él sabe que lo viviría como una gran traición. No podría perdonarlo», señaló, añadiendo que Vicuña “es un bandido. Muy pícaro. Sumamente seductor. Y no es adrede. Es dulce, caballero y así seduce a las mujeres, a hombres y a perros», afirmó.