El cantante se transformó en uno de los primeros semifinalistas del «Gran Rojo» y, ad portas de una semana clave, conversó en exclusiva con Fotech.cl sobre sus aspiraciones de cara a las últimas dos semanas de la competencia. Por otro lado, se refirió también a la crisis social que a traviesa el país.
¿Te ves disputando la final?
Sí, ayer pasé a semifinal y claro que me veo disputando el primer lugar porque creo que desde el día uno en el «Gran Rojo» he puesto todas las ganas y esfuerzo para ganar, todas mis presentaciones no las hecho para salvar el día, sino que siempre pensando en dar un buen show, cantar con el corazón y ojalá poder quedar en la historia de «Rojo» obteniendo ese primer lugar.
En el caso de ganar, ¿tienes pensado qué hacer con el premio?
Mi familia ha hecho un esfuerzo gigantesco, depositando toda su confianza, así que me gustaría poder ayudarlos con parte del premio. El resto sería el empujón que necesito para poder dar el siguiente paso, poder comenzar a trabajar en mi música y cumplir el sueño por el que llevo tantos años trabajando.
¿Crees que a la gala final llegarán realmente los mejores de las tres primeras generaciones?
Dentro de esta temporada se han ido muchos participantes que fueron importantes en «Rojo», pero la competencia es así. Obviamente en esta instancia me gustaría que estuvieran participantes que yo admiraba más como artistas, como Canito y Pía Weidmann, pero creo que dentro de todo están los mejores compitiendo y espero que gane el mejor.
Han habido comentarios que dicen que entre algunos participantes hay estrategias para llegar con sus grupos a la final…
Ha sido súper cuestionado el tema de las eliminaciones, pero yo siempre he sido enfático en que el programa tiene sus reglas y te permite votar por amistad o profesionalismo. Al final es la gente la que va juzgar eso y se van a crear una opinión de nosotros. Yo por lo menos, desde mi perspectiva, voy a votar siempre por quien me parece mejor y se ha esforzado más.
¿Cómo ves la situación que esta viviendo el país desde hace más de un mes?
Quizás para poder abordarlo, por lo amplio, hay que empezar por la sorpresa que significó para todos, darnos cuenta que el “descontento” era una condición generalizada y que habíamos normalizado. Que envejecer significa quedar a la deriva y secarse al sol, con pensiones por debajo de la línea de la pobreza, con los medicamentos más caros del mundo y un sistema de salud que favorece solo a los ricos, ni hablar de competir en educación. Esta condición era insostenible y muchos nos preguntábamos por qué se mantenía, por qué en las conferencias de prensa, algunos políticos nos llamaban “jaguares de américa latina”. Es importante reconocer que Chile ha avanzado un montón y quizás mucho más que otros países latinoamericanos, pero tampoco es un oasis. Creo que el estallido social representa el nacimiento de una conciencia política súper importante, un tejazo, para hacernos entrar en razón, para entender que las decisiones que se están tomando arriba nos involucran y nos tienen que importar, porque nos estaban viendo morir enfermos, pobres y viejos, pero no les importó hasta que ocupamos la calle.