Este martes, un miembro del equipo rojo y una participante del grupo azul tuvieron una accidentada jornada en el concurso culinario de Chilevisión. En este caso, la ganadora de la primera temporada de «El Discípulo del Chef» y el actor debieron superar unos inesperados, aunque hilarantes percances.
Los dos fails que Miel Blanca y Felipe Ríos «El Discípulo del Chef» protagonizaron ocurrieron cuando los todos estaban concentrados en el desafío inicial. Primero, Blanca utilizaba un colador y, sorpresivamente, el utensilio se desarmó por completo, dejándola con el mango en la mano.
Y es que el instrumento no sólo se rompió, ya que Miel quedó embetunada de pies a cabeza con el gazpacho que preparaba. Al notar la hilarante situación, Max Cabezón -con quien inició un romance hace poco- rápidamente corrió a socorrerla.
«¡Miel, por la chucha! ¿Estás bien? (sic)», dijo el joven cocinero mientras que limpiaba las orejas de su compañera. En tanto, la afectada tomó el traspié con humor y sólo atinó a reír con resignación. “Oye, me interesa que salven el gazpacho, por favor”, les señaló Bazán con cierta cuota de humor.
Momentos después, una situación similar ocurrió en las cocinas rojas, aunque esta vez Ríos fue el protagonista al utilizar una licuadora. Resulta que cuando iba a levantar la juguera, esta salió sin la base del vaso y todo el contenido del recipiente se derramó por la mesa.
“¡Ay, la conch…!”, exclamó artista con frustración, ya que su guía, Sergi Arola, no tomó el exabrupto igual de bien como Bazán. “Me pillas con ejercicio de autocontrol, porque si no cogía la máquina y la estampaba contra la pared”, señaló el chef, quien en el backstage sostuvo que no le gustaba cómo se veían sus reacciones en televisión, así que intentaba medirse.
Aunque el percance le causó angustia al actor y al resto de los concursantes porque implicó una importante pérdida de tiempo, finalmente Ríos logró hacer una nueva preparación que sacó elogios por parte del experto en cocina español.
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