Sin lugar a dudas, uno de los personajes que más polémica causó en «Luis Miguel, La Serie» fue el de Luis Rey, interpretado por el actor español Óscar Jaenada. El padre del «Sol de México», lo explotó, estafó, robó, mintió, separó de su familia y madre, lo obligaba a tomar efedrina para que resistiera las extensas horas de trabajo y le encontraba prostitutas siendo tan solo un niño, entre otras cosas.
«Luis Gallego Sánchez o Luis Rey fue lo que fue. Sus luces y sombras. A mí se me encomendó su interpretación. Sus claros y oscuros. Las razones por las que acepté tenerlo en mi historial empático y artístico fueron varias. Primero, la pasión por mi trabajo y la pasión que mis compañeros exponen en el proyecto», comenzó diciendo Jaenada en una columna publicada luego que en el último capítulo de la serie se mostrara la muerte de su personaje.
Posteriormente revela que fue el productor mexicano-catalán Pablo Cruz quien lo visitó en su casa de Madrid para ofrecerle interpretar a Luis Rey y lo invitó a leer el libro «Luis mi rey» de Javier León Herrera. «Fue en un vuelo transoceánico cuando tuve la oportunidad de leerlo. (…) En aviones entre Europa y América se gestó mi pasión por este trabajo. Y en este vuelo en concreto por este personaje: Luis Gallego Sánchez».
Óscar manifiesta que era «un personaje con muchas aristas que había que pulir, muchos ruidos que deseaban ser silenciados y silencios que necesitan de alguna voz. Ese Luis Rey estaba lleno de caramelos interpretativos que con una buena caja de herramientas el público demandaría conocer», por lo que ésta fue una de las razones que lo llevó a aceptar hacer el papel.
Otra de ellas fue «la discusión artística (…) La libertad de creación absoluta. La capacidad de discusión. El dominio sobre mi personaje. Esta se me prometió y así fue dada. Mi eterna gratitud a todos sus responsables: Pablo [Cruz], Carla [González Vargas], Beto [Hinojosa] y Natalia [Beristáin]».
«La tercera razón por la que decidí estar aquí, o allí, fue el hambre de conocimiento, tanto de historias como de personas. Saber motivos y razones que llevan a alguien a algo. Observar. Llegar a empatizar con lo imposible incluso. Retar mi capacidad de empatía una y otra vez. Crecer como contador de historias y de vez en cuando de algún cuento. Compartir de algún modo lo vivido y permitirme vivir lo alguna vez soñado», agregó.
«Si se preguntan, como me hacen en las redes sociales demasiadas veces, qué me queda de Luis Rey ahora a la distancia les diría que la satisfacción de haber hecho todo lo posible para su recreación. La satisfacción de haber hecho todo lo posible. La satisfacción de haber llegado con mi trabajo a tanta gente. Solo todo eso me queda de Luis Rey», terminó.