Como un Remix extendido, pero llevado a diversas variaciones de forma, más no tanto de estilo. Así se podría definir el cuarto trabajo de Lady GaGa, «ArtPop». Eso no lo hace malo, todo lo contrario, acá hay una intención concreta de hacer cohesionar todo, cosa que en trabajos anteriores era la tarea pendiente de la interprete de »Born This Way». Lamentablemente, por estar en busca de ello, el disco -si no eres fan- difícilmente logrará hacerte volar la cabeza, pero no quiere decir que probablemente no lo encuentres bueno. Se puede notar en el ejercicio de escuchar el disco acorde al tracklist, y compararlo con escucharlo de forma aleatoria. Canciones como »Venus» suenan mucho más potentes en la puesta en escena que quiere entregar el listado oficial, por ejemplo.
La producción, a cargo de la misma Gaga, cuenta con colaboradores como Dj White Shadow y Zedd, dos beatmakers de trayectoria »en pañales», pero que despliegan potencial para ser grandes estandartes de la electrónica mainstream de hoy en día. Además, acá hay colaboraciones en la mesa de producción de gente como Rick Rubin (quién está tras la cruda y pasional »Dope») , David Guetta y Will.I.Am en »Fashion!» y una ayuda más escondida de Madeon, DJ francés. Todos ellos ayudan a forjar un sonido macizo, pero desprovisto a ratos de sorpresa. No hay tantos riesgos como se pudo suponer en algún momento, si hay ideas concretas y bien encaminadas, pero un tanto desprovistas de un riesgo verdadero, cosa que es entendible. Si Katy Perry en »Prism» da un paso adelante sabiendo que no puede hacerlo tan arriesgado, a Gaga le pasa lo mismo. La diferencia sustancial está en que todo el concepto que esta última muestra ante la masa es uno mucho más hilado y completo, más no innovador para el consumidor de música adiestrado.
El mérito de la »Madre Monstruo» radica en conjugar todo un sonido de euro-dance, con lo que la masa -tremendamente guiada en estos días por lo que charts como el Billboard ofrecen- podría querer escuchar. Acá todo eso se cohesiona de forma convincente.Sin embargo, por eso, a ratos pierde fuerza el disco, porque en busca de agradar a la mayoría de la gente, lo que podría haber tomado rutas aún más nuevas para ella, terminan abarcando territorios sonoros conocidos ya en discos anteriores.
Si »The Fame Monster» es, para muchos, el mejor trabajo de GaGa hasta la fecha, es por un punto primordial: el saber conjugar un estilo accesible y masivo con letras elaboradas y un concepto definido, que sin ser complejo, si pueda interesar a la gente. Digamos que »Born This Way» era la idea de la auto-aceptación de cada uno, y el proceso que la misma Germanotta había pasado para lograr ello. Pues bien, Artpop tiene un título potente (El ArtPop como género es algo que hoy en día pocos exploran, a grueso modo, Vampire Weekend y Arcade Fire son las bandas más conocidas en saber jugar en esa clave en algunas de sus canciones), pero no significa que acá encuentres eso. Este disco tiene mucho de Pop, pero poco de Arte. El Arte de Stefani es más visual, a decir verdad. Y está bien, pero siempre quedará la duda abierta, de si ella puede hacer lo que el título de este LP pregona y no lo hace por afanes comerciales, o está limitada a un talento concreto, pero lejos de la exploración que a ratos tanto insinúa.
Sin embargo, hay canciones notables. Durante toda su carrera, GaGa a buscado ilustrar sus influencias, con claro acercamiento a los ochentas. En »The Fame» es »Nothing Else I Can Say». En »The Fame Monster», la misma »Monster». En »Born This Way», »Fashion of His Love». Acá es la pegajosa y muy bien hecha »Do What U Want», que se establece como un R&B más electrónico, y que en sus armonías vocales encuentra su punto fuerte, tal como las otras canciones que mencioné, que son puntos fuertes de estilo en cada uno de sus trabajos, lo que no las hace necesariamente las mejores de cada álbum, pero si las más vitales para comprender el esquema compositivo que a llevado siempre Germanotta.
Y no sólo esa, Sexxx Dreams tiene un beat que insinúa algo más trance, Jewels n’ Drugs posee el estilo del Rap de hoy en día que se lleva en la costa sur de Estados Unidos. Artpop posee códigos provenientes de artistas como Pet Shop Boys, y Applause tiene un pulso más allegado a lo que hace gente como Grimes, hoy en día. Variedad hay, pero también canciones que se sienten fuera de lugar, como Dope, la misma Jewels n’ Drugs, o Aura, un comienzo interesante, pero que no condice tanto con lo que el disco mismo ofrece más adelante. Quizá cuándo GaGa sea más selectiva y sintetice inquietudes e ideas, pueda entregarnos un trabajo aún más redondo.
La conclusión es que Artpop se siente como un avance, pero algo limitado a lo que Germanotta debe hacer para no salir del foco del mercado actual. No es un trabajo malo (todo lo contrario), pero se siente como si pudiese haber ido aún más allá. El caso es que, para ello, la intérprete de »Poker Face» aún tiene carrera para demostrar. ¿Se quedará estancada? Es difícil predecirlo, puesto que en cada nuevo trabajo a mostrado avances notorios, pero aún no llega el golpe de timón que, por ejemplo, la comparación más bullada de ella, Madonna, dio con »Ray of Light». Quizá para eso falta bastante, pero hay motivos para ilusionarse y esperar ello, y esos motivos están en este álbum.
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