“¿Con ese chuteaste a Manuel (De Tezanos, ex-pareja)”? Con esas cinco palabras Juan Cristóbal Guarello le pegó una patada “a lo Marcelo Zunino”, a la altura de la medallita, a la desprevenida Francisca García-Huidobro durante la historiada alfombra roja del estreno de la película “Mi Amigo Alexis”.
El periodista deportivo, conocido por ser refractario a todo lo que huela a show-business, asistió al evento a contrapelo, de muy mala gana, obligado por el telefonazo de un ejecutivo de Canal 13. La “Joan Rivers chilena” supo esto y no se le ocurrió mejor idea que hacerse la “shistosita” y festinar con el asunto frente al propio afectado y transmitiendo en vivo para todo Chile. El “Tenor” Guarello elogió los “chuteadores” chic que lucía la conductora de “Sigamos de Largo”, y en el momento menos esperado lanzó su contraataque mortal. La Fran sintió el combo, lo absorbió como pudo y logró salir jugando a lo Elías Figueroa, pero el mal rato no se lo quita nadie.
El “Guarellazo” fue lo más comentado de la gala y le puso condimento picante a un evento más bien opaco. La ex reina de la farándula salió declarando que esto le importaba “tres hectáreas de choclo”, mientras recibía la solidaridad de gente como Kel Calderón. Por su lado Guarello se concentró en otro tema aún más sabroso: las picantes confesiones de Claudio Bravo que tienen incendiada a la “Roja” en la previa de la Copa América.
En esta pasada estoy a full con el periodista deportivo. Si ya vienes “mosqueado” porque el jefe te obligó a ir a un evento que te importa ochenta mil hectáreas de choclo, que más encima venga una “graciosita” a provocarte y a festinar con tu infortunio en vivo y en directo ante todo Chile, es para exasperar a cualquiera. El primer error fue del ejecutivo que obligó a Guarello a venir, mientras dejó fuera a gente a la que de verdad le interesan este tipo de eventos, como la posteriormente renunciada Francisca Sfeir. Su falta de visión generó una polémica entre dos rostros del canal y la (absurda) renuncia de otro.
Francisca García Huidobro escogió a la víctima equivocada. Le dieron ganas de hacer bullying y tuvo la mala idea de elegir al compañero de colegio que practica artes marciales. Ya no está en «Primer Plano», donde era ama y señora. Guarello no es como los rostritos de farándula que entrevistó por años en el estelar farandulero de Chilevisión, la mayoría poco preparados y habitualmente impotentes frente a sus pachotadas. Guarello es de verdad, es un tipo culto, preparado, curtido en peleas mediáticas con tipos duros como Eduardo Bonvallet, Felipe Bianchi y Marcelo Ríos, y de carácter tanto o más fuerte que el de Fran. El mensaje detrás del “Guarellazo” se resume en “Conmigo no, perrita. No estoy para tu hueveo”.
Quizás el misilazo de Guarello fue excesivo, pues sacar en cara heridas sentimentales del pasado es un recurso por decir lo menos discutible, pero lo suyo fue claramente una respuesta sarcástica a una provocación odiosa e innecesaria por parte de la actriz. ¿A pito de qué contó lo de la llamada del ejecutivo, que corresponde claramente al ámbito privado? Si le llegó un palo de los “jefecitos” al periodista deportivo por este incidente, debiera también recibir otro Francisca García-Huidobro por mala leche.
Si decides jugar con fuego, tienes que saber que en cualquier momento te puedes quemar, y si eso sucede tienes que asumir la quemadura sin quejarte. Si vas por la vida dándotelas de “irreverente”, “polémico” y “duro”, tienes que estar preparado para bancarte calladito las respuestas, palos y pesadeces que tarde o temprano te llegarán de vuelta. Francisca García-Huidobro lo tiene claro, se tuvo que comer el combo y supo salir del paso. Por lo demás, ella misma fue la dijo eso de que esto era “sin llorar”.