En un nuevo episodio del podcast «Reyes del Drama», el actor puertorriqueño recordó su trabajo en la teleserie que protagonizó junto a Blanca Lewin, dando cuenta además de la reacción que provocó la trama en ese entonces.
Jorge Alberti, quien dio vida a Lalo Padilla en «Lola», llegó a la teleserie por una invitación de la productora Verónica Saquel, a quien agradece enormemente su conexión con Chile, cuando fue convocado
para protagonizar la teleserie “Don Amor”, grabada en Puerto Rico y co protagonizada por Carolina Arregui e Ignacia Baeza.
Fue precisamente en las grabaciones de esta teleserie cuando le llegó la invitación para ser parte de «Lola» por un par de capítulos, para
dar vida al mujeriego Lalo Padilla, quien producto de un hechizo se transformaba en Lola, que interpretó Blanca Lewin.
“Originalmente, a mí me contrató Canal 13 para ‘Don Amor’, pero como en Chile no me conocían y ‘Lola’ venía antes, decidieron ponerme estratégicamente en esta historia. La idea era que desapareciera y yo luego regresara a Puerto Rico a seguir grabando ‘Don Amor’”, explicó.
Debido a la audaz propuesta del intercambio de cuerpo en una teleserie vespertina y en un canal que en esa época era propiedad de la Iglesia Católica, Alberti recordó las dificultades que tuvo la producción con la gerencia de Canal 13 y la misma institución.
“Por el afiche donde yo salía embarazado hubo problemas con (Fernando) Chomalí, el arzobispo de la época. Nos amenazaron con sacarnos del aire si no sacaban ese afiche. Era lo peor para ellos”, explicó
Esto porque “tocamos temas más fuertes en la segunda parte de la teleserie donde aparezco en el personaje de Pepe (el cuerpo de Lalo con el alma de Pepa). Este personaje quería hacerse un cambio de sexo y fue una locura. Esos temas no estaban quizás en la versión argentina porque fue parte del alargue”.
Sobre el tratamiento del cambio de género en la teleserie, afirmó que “fue un momento especial, fue bien difícil porque no era un personaje gay, tenía que ser creíble que tenía una mujer dentro suyo. A su vez, tenía que ser respetuoso con los otros hombres, tenía que ser tierno. Me pedían que exagera pero trataba de medirme para no ser una caricatura ni ofender a la comunidad gay”.
Alberti contó que disfrutó muchísimo grabando esta segunda parte de la teleserie. “Recuerdo una escena donde tengo que correr por Plaza de Armas vestido de novia. Toda la gente miraba y gritaban ‘¡Ahí va Pepa!’ La gente se metía en la escena. Fue muy divertido, todo muy improvisado y espontáneo que quedó muy bien”, finalizó.