Si le hubiesen dicho años atrás que terminaría animando «Bienvenidos», no lo hubiera creído. Sin embargo, el periodista chileno-español comenzó esta semana su nuevo desafío profesional, animar el matinal de Canal 13, en momentos donde el país requiere una mirada más crítica e incisiva para enfrentar ciertos temas.
¿Cómo evalúas tu primera semana en el matinal?
La verdad, extenuante, pero me siento pleno, feliz. Debo admitir que ha sido una curva de aprendizajes, que continúa, y que es feroz. Empezó con la entrevista a la Primera Dama, después además con una partida a las dos de la madrugada a Talca y no para todavía, así es que contento, muy contento.
¿Te ha acomodado el formato?
Uno se tiene que acomodar y una vez que comiences a bailar, puedes sugerir pasos. Piano a piano, despacito cómo dicen por ahí, pasito a pasito.
¿Cuál será tu estilo en la animación?
Un estilo que aporte información, que sea desde la vereda del ciudadano que está instruido, que es crítico y que ojalá trate de desmontar y desarticular las fuertes trincheras que hay instaladas, ideológicamente hablando, en Chile, de modo de ser un puente y convertirse esencialmente en un buen comunicador, creo que ese es el gran aporte que se necesita en este país que tenemos hoy en día tan crispado. Ahí es donde uno realmente puede lograr la diferencia.
¿Qué llegas a aportar a “Bienvenidos”?
Ojalá lo que te comentaba antes, el ejercicio de no caricaturizar el momento histórico que está viviendo Chile, un momento hermoso, de grandes posibilidades, no obstante, cuál sean las posiciones y donde creo que lo fundamental es no reducir de una manera tan simplista y burda el debate a si eres facho o comunista, hay una gran posición intermedia que debe ser representada y que tienen muchas preguntas que esperan respuestas y para eso está “Bienvenidos” con cinco horas de transmisión.
¿Cómo has recibido las críticas de las redes sociales?
Creo que las críticas han sido en general muy positivas, pero siempre estoy atento a poder recibir cualquier tipo de observación que sea constructiva en mi desempeño. He sido corresponsal de guerra, he sido conductor de noticias, he estado haciendo camaleónicamente programas de viajes, cocina, también de ciencia y tecnología, aquí lo que uno debe hacer es nuevamente acomodarse y seguir hacía adelante, en esta curva de aprendizajes.
¿Las lees?
Sí, las leo, porque creo que obedientemente uno siempre debe leer, para eso están las redes sociales, son un gran aporte también a sugerencias y a información. Agradezco además ese nexo que se tiene tan directo con la audiencia.
¿Te ha costado mucho cambiar tu rutina y levantarte muy temprano en la semana?
No tanto como pensaba, lo cierto es que me gusta levantarme temprano, de una manera me ha ordenado más el día, pero sí debo administrar bien mis cansancios porque la primera semana ha sido extenuante de verdad, me han estrujado, pero me siento pleno.
Hace 10 años estabas en TVN como rostro ancla en las noticias. ¿Te veías animando un matinal?
No, la verdad es que no. No me veía animando el matinal, de hecho, uno alberga ciertos prejuicios en torno a la liviandad que pueden tener los matinales, que dista mucho de lo que uno finalmente observa cuando estás in situ en el matinal y ves que cuando estás muchas horas de transmisión en vivo pueden rendir frutos muy provechosos para lo que en estos momentos requiere el país. Estoy muy contento de la oportunidad que he tenido, de poder efectivamente ser de ayuda instrumental.
¿Cómo ves el cambio que han tenido los matinales después del estallido social?
Lo veo positivo, creo que ha sido el ejercicio de estar en sintonía con los tiempos que corren, lo exige la audiencia, lo exige el país, y agradezco que los matinales se conviertan en el depósito editorial, de la línea editorial, de los canales. Finalmente, su obra es casi un puente para evitar que haya esta especie de polarización en el país.
Justo te tocó reportear el tema del coronavirus, sólo que esta vez no fue para un noticiero, sino para el matinal. ¿Cómo fue la experiencia?
Fue un poco más casual, quizás con menos rigidez que la acostumbrada en prensa, pero me sentí muy a mis anchas porque eso es lo que mejor hago, el estar en terreno y poder hacer reportajes, algo que ojalá no pierda en la experiencia del matinal y que pueda seguir ejerciendo.
Leíste las críticas en redes sociales donde se comentaba que los matinales no respetaron la privacidad del médico en Talca, mostrando incluso su casa. “Bienvenidos” fue uno de los más nombrados. ¿Qué opinas de ello?
Si te fijas en todas las cámaras que había, hay imágenes en las que se ve lo mucho más retirados que estábamos nosotros con respecto al grueso de los otros medios de comunicación. El paciente cero es noticia aquí y en cualquier lugar del mundo, sin embargo, nos preocupamos por mantener en reserva el nombre y número de la calle, la casa e incluso el nombre del paciente, de modo que se mantuvo la privacidad de la persona, pero lo que se hizo, que fue muy constructivo, fue obtener las reacciones de los vecinos que aportaron tranquilidad, esa esa la actitud que queríamos resaltar para que frente a nuevos contagios, que van a aparecer, las personas puedan tener esas mismas actitudes que fueron ejemplares. Eso es lo que se quería consignar y en ningún sentido violamos la privacidad del paciente, de hecho, fuimos la cámara más retirada del lugar.