Para los nostálgicos de “Sex and the City” y “Gossip Girl”, o los que se enamoraron del estilo y glamour de “El Diablo se viste a la moda”, esta serie vino a ser una buena reposición para aquellos que declaran, sin pudor, su amor por la moda. Porque en “Emily en París”, producción de Netflix y que se ha convertido en todo un éxito a días de su estreno, reúne en un solo escenario lujo, el mundo del diseño y sus avatares, relaciones humanas y amorosas, el empoderamiento femenino y, por supuesto, los encantadores y románticos paisajes parisinos.
Por ser Darren Star, el mismo creador de “Sex and the City”, el autor de la serie, hizo que muchos fanáticos pensaran que esta entrega sería una continuación de la saga instalada en Nueva York, puesto que sus últimos capítulos estuvieron ambientados en la capital francesa. Sin embargo, “Emily en París” trata sobre una joven de Chicago que viaja a la ciudad europea para integrarse a un nuevo equipo de trabajo e incorporar ideas norteamericanas al mundo del marketing francés. Su adaptación no será fácil. Provenir de una cultura distinta y lidiar además con discriminación sexista, enemistades y rivalidad, serán factores que complicarán su desarrollo profesional.
En diez capítulos, Emily, interpretada por Lily Collins, mostrará todo su ingenio y agudeza para enfrentarse a una sociedad que inicialmente le es adversa, incluso con un idioma que no habla y provoca el rechazo de sus compañeros, pero también será su plataforma para lucir un vestuario tan diverso como estiloso. Tanto, que luego dan ganas de tirar el propio a la basura.