De lunes a jueves, a las 23:30 horas, Canal 13 ha repuesto en sus pantallas una de sus teleseries más emblemáticas del último tiempo, “Pacto de Sangre”. Debido a esto, poco a poco hemos ido descubriendo detalles de la producción dramática que pocos sabían.
«Pacto de Sangre» es una historia llena de intrigas y suspenso marcada por un grupo de amigos a los que les cambia la vida luego de ser responsables de la muerte de una joven stripper menor de dieciocho años y cuyo cuerpo hacen desaparecer.
Feliciano Fernández, interpretado por Álvaro Gómez, es el detective a cargo de la investigación y quien se caracterizó en la teleserie por estar comiendo golosinas, en especial, el reconocido dulce con palito o “koyak”.
Pero, ¿por qué el mencionado policía tenía esta afición? Gómez responde a Fotech.cl que “nació porque en la creación de personaje que yo hice me imaginé que un detective, una persona que está constantemente en investigaciones tan oscuras y truculentas, debe ser un tipo bien ansioso y que duerme poco, entonces habitualmente para compensar eso, lo que hace una persona común y corriente es fumar o tomar café. Sin embargo, lo que yo pensé de Feliciano es que él tiene una capacidad de razonamiento y de conciencia un poco más elevada y no se deja llevar por esto… o alguna vez quizás sí fumó y tomó café, pero lo dejó y para compensar esta ansiedad lo que hace es comer, básicamente golosinas”.
Concretamente, acerca de su gusto por los “koyak”, Álvaro confiesa que “mi idea fue una especie de homenaje a la serie ‘Koyak’, la serie gringa de la década de los años setenta protagonizada por Telly Savalas (personificaba al detective Teo Koyak). Él comía golosinas, los hoy conocidos dulces como koyak, entonces por eso una de las cosas que yo más hacia era comer koyak. De esta manera, se vinculaba detective y koyak con Feliciano Fernández, detective también”.
Cabe mencionar que debido al éxito de la serie en aquellos años, posteriormente la marca de dulces y galletas Calaf adquirió para los derechos de fabricación de los dulces con palito un nombre cercano al del personaje principal. El nombre fue «Goyak», pero con el tiempo fue derivando en el uso popular de koyak, en alusión al personaje que los inspiró. Y quedó así.
“Esa correlación de hechos me pareció súper interesante y me hizo sentido para ocuparlo en el personaje”, destaca al respecto Álvaro Gómez sobre esta característica de Feliciano Fernández, sintetizando que “también fue como una especie de mensaje subtextual, para el que se diera cuenta. Quizás muy apuntado a cierta generación y rango etario específico, pero sin duda que hubo gente que lo entendió así, por los comentarios que me hacían”.