El foro de Área de Ficción Virtual, de nuestro sitio, está realizando una serie de entrevistas a destacados guionistas de la televisión nacional. La sección se llama «Zona de Guionistas» y en esta segunda edición conversaron con Alejandro Bruna, talento emergente de TVN, que partió siendo asistente de guión de «Aquí Mando Yo», para luego saltar al equipo de guionistas de «Separados». Actualmente está trabajando en el éxito nocturno del canal estatal, «Vuelve Temprano».
¿Cómo y cuándo comenzó tu pasión por la escritura y lo guiones? ¿Recuerdas tu primer «borrador»? ¿Se concretó alguna vez en alguna serie/teleserie o libro?
Siempre me han encantado las buenas historias. Desde que era chico, mis papás me leían cuentos que memorizaba a la perfección. También era fanático de los libros que venían con el cassete, y escuchaba vinilos de cuentos. Los escuchaba una y otra hasta aprendérmelos de memoria. Porque a fin de cuentas, eso es una pasión por la escritura y los guiones: una pasión por las historias. Mi primer guión fue en la universidad, una idea de un corto que comparaba las relaciones con los zapatos. Lo grabamos con un grupo de amigos, y está en Youtube. Ahora lo veo y me da mucha, mucha risa y vergüenza, a nivel de guión y producción. Tengo escritos, textos… uno ganó el premio del jurado Roberto Bolaño 2009… pero me da mucho pudor mostrar lo que escribo. Me cuesta.
¿Cómo evalúas la experiencia de escribir teleseries y cómo te evalúas como guionista desde entonces? ¿Sientes que has aprendido y/o evolucionado profesionalmente?
El escribir teleseries es como una pega soñada. ¿Qué te paguen para escribir y ser creativo? Es un lujo. Y siento que uno tiene mucho que aprender, siempre. Como guionista, siento que me falta ene, que a veces soy muy mediocre. Quizás es porque soy bien auto crítico. Me encuentro flojo, que me falta más disciplina. Siento que me falta tanto… Igual hay días en que siento que lo hice bien, que fui un aporte en el equipo. Otros días, siento que soy más bien un hijo del rigor, que aporta a nivel de estructura, que puede tener escenas buenas, y otras malitas. Todos los días aprendo, tanto como a desarrollar una escena como a nivel de dialogar. Me gusta cuando mis compañeros encuentran buenas mis escenas, y es terrible cuando las “destrozan” y las rearmamos, las “pulimos” juntos. Me duele, me siento mal cuando las encuentran fomes, lateras, y las sacan… me siento atacado personalmente, pero porque soy muy sensible. Igual siento que sin la crítica uno no tiene cómo evolucionar, cómo crecer. Por eso me siento muy débil en comparación a otros guionistas que admiro, a mis mismos compañeros, como la Paula Parra, Felipe Rojas, Raúl Gutiérrez, y claramente, a Daniella Castagno. Como que los envidio un poco. Siento que tienen una facilidad para escribir que yo no. A mí me cuesta. Soy lento. Me doy vueltas. Es enervante.
¿Cómo fue la experiencia de llegar a ser asistente de guión en Aquí Mando Yo? ¿Era la comedia en lo que querías incursionar por primera vez en TV?
“Aquí Mando Yo” fue una de las mejores experiencias. Es un regalo escribir comedia, y qué mejor que aprender con personas como Daniella, Elena Muñoz, Rodrigo Bastidas, Luis Ponce, y Rodrigo Muñoz, que se “peinan” con el género. Aprendí mucho siendo asistente de ellos, en particular porque si bien lo que genera pena es más bien universal, la risa y el humor es algo bien específico a la persona. Tiene que haber un poco para todos, ironía, chistes, situaciones. La comedia es bien difícil de escribir y es una muy buena escuela.
Si hubiese sido decisión de los guionistas, ¿crees que se habría concretado de igual manera el alargue de Aquí Mando Yo?
No sé. No puedo responder por todos los guionistas. Pero creo personalmente que los alargues nunca son buenos. Diluyen la historia, la difuminan, y la teleserie y los espectadores sufren por consecuencia.
¿Cómo evalúas la ficción en la televisión hoy en día? ¿Crees que ha sido una evolución o una involución?
Sería muy presuntuoso de mi parte evaluar la ficción. Estoy aprendiendo, y aunque tengo críticas a nivel de estructura de algunas teleseries, o de las ideas, o del guión, siento que son críticas muy personales. He estudiado al respecto, trabajo en esto, pero no me atrevería a evaluar positiva o negativamente aún. Lo que sí siento es que siempre es bueno tener muchas cosas que ver a nivel nacional. Que haya harta oferta, espacios para guiones, historias, y cada vez más competencia te mantiene en alerta. Y es más posibilidad de trabajo, más apertura del medio y nuevos espacios para guionistas, actores, actrices, gente interesada en esto.
¿Cómo fue pasar de la comedia («Separados») al suspenso («Vuelve Temprano»)? ¿Crees que se necesitaba cambiar de género?
Fue un cambio bastante radical y complejo. Cuando partí escribiendo, y cuando Daniella Castagno me conoció, yo escribía bastante más dramático, y luego de dos años de comedia, uno queda con una pericia y un ritmo adquirido que es bien difícil sacarse. Igual había un agote. Fue bueno cambiar, se necesita un cambio encuentro.
¿Qué opinas de las críticas que asocian a “Vuelve Temprano” con “¿Dónde está Elisa?”? ¿Cuál es la innovación que posee la actual nocturna con otras teleseries que se asemejan al mismo género?
Siempre van a haber críticas. Para mí, “Vuelve Temprano” no es una copia de “Dónde está Elisa?”, ni menos encuentro que sean la misma historia. En “Vuelve Temprano” el tema de fondo es la juventud, los padres que no entienden a esta generación más perdida, la lejanía entre padres e hijos, y lo que pasa realmente en el carrete hoy, 2014. Digan lo que digan, uno sabe que hay carretes autodestructivos, no siempre, pero los hay. No todos carretean así tampoco, pero está. Y lo más atractivo, e importante, es plasmar esto que estaba pasando con casos emblemáticos, como el caso Zamudio, o el de Bastián Bravo, que viene pasando desde el caso Matute y mucho antes más: lo que no sabes de tus hijos, lo que les puede pasar. Yo tengo 27, y cuando salgo con mis amigos… yo sé que sus familias no saben cómo carretean. Hay una especie de acuerdo tácito, de no preguntar, no contar. Y ese acuerdo acá se rompe, se muestra, los padres entran de lleno a ese mundo nocturno. Eso lo encuentro novedoso.
¿Qué opinas sobre el apostar por producciones extranjeras en vez de llevar más inversión a la realización de productos nacionales de ficción, de parte de los grandes canales de tv?
Lo encuentro una pena. Porque a fin de cuentas, siento que no son las mismas reglas del juego. Competir con una teleserie chilena, que tiene tu misma realidad del medio, de presupuesto, de problemas, uno lo entiende. Pero competir con súper producciones tipo «Avenida Brasil», donde un vertedero no es un exterior, sino una locación que hicieron y cada capítulo costó 70 millones en la producción allá… uno dice chuta. Complejo. Y qué lata que en vez de afirmar la ficción nacional, le den más plata a ficciones extranjeras. Que mal que en vez de invertir en los mismos guionistas, con capacitaciones o cursos, se compren guiones de afuera. Eso me da lata.
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