Sin duda, es la actriz revelación de «Perdona Nuestros Pecados». Su personaje en la nocturna de Mega, Isabel Quiroga, se ha convertido en uno de los más comentados a raíz de la relación que mantiene con su padre y el trauma que la aqueja desde niña y que se acentuó tras casarse con Gerardo (Nicolás Oyarzún). En conversación con Fotech.cl, la actriz habla de cómo su primer rol transformó su carrera, cómo lo preparó y cómo se ha relacionado con el público.
¿Qué te parece haber debutado en una teleserie de tanto éxito como «Perdona Nuestros Pecados»?
Bueno, estoy feliz. Ha sido una experiencia maravillosa. Hay un equipo atrás, no sólo el elenco, sino que, desde peluquería a maquillaje, todos los chiquillos de cámara, de audio, me han ayudado muchísimo a entender todo lo técnico que tiene la tele, más allá de la actuación y me siento muy afortunada del proceso que he vivido acá en esta teleserie.
¿Cómo ha repercutido en tu vida ser parte de la producción?
La gente te reconoce en la calle, eso más que nada. La gente, a diferencia del teatro, te expresan el cariño, quieren conocerte. Te piden fotos. Eso es muy bonito, porque tú te enteras de si la gente quiere o no quiere a tu personaje y cosas así que no suceden en el teatro.
Pero, ¿te tratan bien o mal?
Mira, me pasan dos cosas. No me ha pasado ninguna situación terrible, gracias a la vida, pero me han dicho cosas como: usted, la actriz maldita, la actriz pesada y cosas, así como haciendo alusión al personaje, pero todo ha sido muy amoroso la verdad. Y otras personas como que sólo me miran, como que no me quieren saludar porque piensan que soy muy parecida al personaje, porque también pasa que a muchos compañeros le han preguntado como: «Oye ella debe ser insoportable, qué mina desagradable», no sé que, entonces no se acercan.
¿Cómo preparaste para interpretar a Isabel? ¿Te inspiraste en alguien?
Al principio, esto fue muy de la intuición, porque para mí ha sido un proceso de aprendizaje, como te decía, en términos de entender el lenguaje televisivo. Pero ya cuando empezamos a adentrarnos un poco en el personaje, donde empezó a mostrar todos sus traumas, sus formas de relacionarse con su marido, me empecé a asesorar con un psicólogo que es amigo mío y él me ayudó a entender un poco todos los complejos que tiene Isabel y, posteriormente, me dejé asesorar por el psiquiatra que está a cargo de «Perdona Nuestros Pecados», digamos que es León Cohen. Así que todo ha sido desde entender la cabeza de Isabel, más que decirte que mi referente fue tal actor o tal personaje. Todo ha sido como desde la psicología del personaje.
¿Te ha costado mucho interpretar a un personaje que tiene este tipo de trauma?
Es que es un personaje súper complejo. En un momento, me vi afectada con lo que pasaba. O sea, empezaron a surgir el tema de todas las peleas que tenía con su marido. Hubo una época de mucha pelea y yo andaba en la vida real peleando con todo el mundo. Y después, cuando empezó el momento donde se empezó a hablar de la violación y todo era un poco más sensible. Yo igual, andaba muy sensible. Ha sido un proceso súper interesante, súper profundo en cuanto al estudio de la psicología de Isabel y también un proceso de aprendizaje respecto del lenguaje televisivo.
¿Te cuesta mucho dejarlo de lado en tu vida diaria?
Hace un par de meses ya aprendí a un poco desligarme de la pega porque soy muy obsesiva con el trabajo. Entonces ando todo el día pensando qué poder hacer, en qué mejorar, cómo poder profundizar. Pero ahora que ya la tengo muy integrada, llevo un tiempo en que he sabido dejar el trabajo acá en Mega y llegar a mi casa sin la carga que tiene Isabel, que es una carga bien de pelea, de pena, de frustraciones, de soledad. Como una carga más oscura que otros personajes.
Aún así, ¿te sientes cómoda interpretando a Isabel?
Me siento cómoda, la quiero profundamente.
¿Aunque sea la odiada de la novela?
Sí, aunque sea la odiada. La quiero mucho. Me gusta mucho mi desafío.
Cuando ingresaste a esta novela, ¿pensaste que tu personaje iba a tener tanta repercusión en el público?
No, jamás. A mí me dijeron: «A este personaje no lo van a querer, lo tienen que entender, ése es tu objetivo». Yo decía: «Bueno ya». Y empezó la grabación. Empezaron a pasar cosas, empecé a grabar mucho y me empecé a dar cuenta que el personaje estaba ligado al protagónico joven, que es la Mariana (Di Girólamo) y al protagónico adulto, que es Álvaro (Rudolphy) y entonces empezó a crecer, a crecer su rol. Cada vez es más interesante y la gente, a pesar de que es bien insoportable, ha recibido y empatizado harto con el personaje. Así que yo estoy muy contenta como actriz.
¿Cómo es tu relación con el elenco?
Fantástica. Estoy muy contenta de todo el equipo humano que está detrás de este proyecto.
¿Con quién te llevas mejor?
Ay, que difícil decir eso, porque en realidad uno comparte grabación con la familia en este caso: con Álvaro, con la Paty, la Mariana, que son mi círculo más cercano y Nico Oyarzún, pero aquí había compañeros que nos conocíamos desde el teatro, como la Pancha Gavilán, Gabriel Cañas, entonces ha sido muy bonito. Como que igual llegué a una casita con gente conocida digamos.
¿Has recibido apoyo de los grandes rostros?
Mucho, mucho, mucho. Me siento muy contenta de todo el apoyo que me ha dado todo el equipo, en ayudarme a entender el lenguaje televisivo. ha sido muy bonito.
¿Qué planes tienes para el futuro? ¿Sigues en Mega?
Por el momento, seguimos con la teleserie. Mi contrato es en relación a este proyecto y no sé, la verdad es que no sé que se vendrá en tele porque esas conversaciones vendrán más adelante, cuando ya estemos más cerca del final de la teleserie. Pero teatro sí, seguro que sigo.
En una futura teleserie, de forma hipotética, ¿te gustaría representar a la malo o a la buena?
Me encantaría hacer un personaje que contraste un poco a la Isabel, para poder investigar otros lugares míos para no quedarme con el estigma de Isabel.
Está confirmado que la teleserie se va a alargar, ¿cómo se viene el futuro de tu personaje con este alargue?
Ay, es que no te puedo contar. Bueno, recién vimos que se separó de Gerardo y se viene toda una etapa en la que ella intenta recuperar a su marido y ahí vienen hartas cosas interesantes que, perdón, pero no las puedo contar.