«Hemos sido testigos de una paliza, de un linchamiento al decoro y a las buenas costumbres (…) Los flaites se han apoderado de ese espacio hasta lograr que ni los mismos organizadores sean capaces de poner límites en el juego».
Con esas palabras, a través de una carta publicada en el diario El Mercurio, Alberto Plaza criticó duramente a los humoristas del Festival de Viña del Mar, tras haber sido testigo de las rutinas de Juan Pablo López y Chiqui Aguayo por el vulgar lenguaje utilizado arriba de la Quinta Vergara
En la misiva, el artista sostiene que «hablan con el mismo vocabulario que se emplea en una pelea en un bar de mala muerte; con la vulgaridad que cabría de esperar en una cárcel, no en el que alguna vez fuera el más respetable e importante escenario de la música latinoamericana».
«Ese es un terreno que solo se les permite pisar a estos mal llamados humoristas, que por tratar de dar risa, dan pena», agrega, señalando que «la grosería, la palabra vulgar y la ordiniarez nunca serán dignas de un escenario como el de Viña y menos de una transmisión televisiva que podría ponerlos en la órbita latinoamericana».