La imagen de María Eugenia Larraín saliendo del aeropuerto en una silla de ruedas y mostrando las magulladuras en una de sus rodillas, es una postal que muchos chilenos recordarán como parte de la historia del entonces matrimonio de la ex modelo y el ex tenista Marcelo Ríos. Se hicieron muchas especulaciones y teorías sobre aquello, las que finalmente fueron comentadas, trece años después, por la propia “Kenita” en el matinal “Hola Chile” de La Red.
“Todos se las dieron de médico opinando, como que yo lo estaba inventando. En la Clínica Las Condes me dejaron hospitalizada en cuidado intermedio por las lesiones que tenía”, comentó la ingeniera agregando que la silla de ruedas se la facilitaron en el mismo aeropuerto. “Llegué al aeropuerto saltando en un pie porque una rodilla me dolía mucho por las heridas y me levanté el pantalón porque me ardía esa zona de la pierna por el roce de la tela”.
En aquella oportunidad había acompañado al “Chino” Ríos a Puerto Rico a visitar a su ex pareja e hija, y sufrió el comentado accidente cuando el ex tenista estacionó su auto en una pendiente sin freno de manos y éste comenzó a retroceder a gran velocidad, obligando a Larraín a saltar del vehículo provocándose las heridas.
Emocionada al recordar la situación ocurrida hace 13 años, que de algún modo graficaba el tormentoso final de su relación con el deportista, comentó que aquello ha sido lo que más le ha afectado en su vida. “Yo había apostado a hacer una familia, di el paso a casarme, era como otra oportunidad que yo sentía que me daba la vida y tampoco resultaba”, afirmó.
También admitió en el programa conducido por Eduardo de la Iglesia y Julia Vial, que con Marcelo Ríos eran muy distintos. “Aun así me casé con él. No digo que sea una mala persona, simplemente digo que no tenemos nada en común (…) Ahora lo veo como un extraño”, comentó.