El artista se refirió a la dura experiencia que vivió, ya que, según él: «No tengo problema en hablarlo, porque siento que justamente haciendo visible este tipo de cosas es la manera en la que más puedo aportar en la sociedad en la que vivo».
En el último episodio de «Podemos Hablar», de Chilevisión, estuvo invitado el actor Álvaro Gómez, quien le da vida a Feliciano Fernández en la teleserie «Pacto de Sangre» y que en su participación dentro del programa de conversación, dio directas opiniones sobre diversos temas, destacando por la lucidez de sus aportes.
Pero una confesión que hizo el intérprete y que marcó el episodio, fue cuando declaró haber sido abusado en su etapa escolar, entre los 12 y los 14 años, por un sacerdote que trabajaba constantemente en su colegio y que le realizó prácticas abusivas que recién a los 19 años logró dilucidar.
De manera muy sólida expresó lo sucedido, dejando en claro que su fin era aportar: «Me fue a buscar a la sala de clases con la pretensión de hablar conmigo privadamente, yo tenía idea yo para qué, yo me atrevería a decir entre los 12 y los 14 (…) en lo concreto me llevó a un tercer piso del colegio donde estudiaba, abrió un computador y me dijo que él estaba muy vinculado trabajando con menores en alto riesgo, situación precaria, entonces lo que él estaba haciendo era un trabajo comparativo, nutricional, para ver cómo se vía reflejado en el cuerpo de un joven como yo, que estaba bien alimentado, versus un niño que estaba en esta situación de precariedad».
«Entonces él comenzó midiéndome el brazo, la muñeca, después la pierna, bla, bla, bla, y voy a ser súper concreto y literal porque no tengo problema en hablarlo, porque siento que justamente haciendo visible este tipo de cosas es la manera en la que más puedo aportar en la sociedad en la que vivo, me preguntó si yo estaba de acuerdo con que él me midiera el pene y yo accedí, me midió el pene, eso fue», expresó Gómez ante el respeto y silencio del que se impregnó el estudio del programa conducido por Julián Elfenbein.