El pasado martes llegó a su fin, tras ocho de meses de emisión, la teleserie nocturna de Canal 13 que protagonizaron Álvaro Espinoza, Néstor Cantillana, Pablo Macaya y Pablo Cerda.
Quien también fue parte del elenco fue Álvaro Gómez, Feliciano en la ficción, quien tuvo su propia opinión respecto del desenlace que vimos en pantalla.
En conversación con El Austral de Osorno señaló que encontró «bueno» el desenlace ya que “en términos de la connotación que se hace sobre la falta de equidad que vivimos en la sociedad chilena en relación a la justicia, donde efectivamente vemos gente adinerada, con poder, que puede evadirla, mientras una persona común y corriente no. La impunidad de unos personajes que habían realizado un montón de atrocidades refleja muy bien la sociedad en la que habitamos”.
Aún así, criticó que “quizás en cuestiones más bien técnicas, me pareció que fue un final un poco acelerado, creo que apuraron un poco la edición para sintetizar el capítulo al tiempo que tenían para mostrarlo porque, efectivamente, el recuerdo que tengo es que se grabaron hartas cosas más que no aparecieron».
“Para mi gusto, hubiese sido bueno darle un poco más de aire, que se terminara de contar, que las cosas decantaran de una forma más suave y progresiva”, cerró.
Efectivamente, según comentaron a Publimetro las actrices Antonia Bosman (Daniela) y Antonia Aldea (Dominga), existieron escenas que no vimos en pantalla como el reencuentro de Gabriel (Macaya) y Josefa (Loreto Aravena) tras la muerte del primero y de Alonso (Hernán Contreras) y Ágata (Josefina Montané) quienes daban a entender que habían contraído matrimonio.