Hoy se cumplen 20 años desde que el mundo quedó impactado tras los atentados contra las Torres Gemelas en Nueva York y el Pentágono en Washington, ataques en los que murieron 2.996 personas y abrió un nuevo camino al terrorismo a escala mundial.
Los hechos que marcaron la historia ese del 11 de septiembre de 2001, cuando cuatro aviones fueron secuestrados por miembros de al Qaeda y tres de ellos se estrellaron contra las construcciones símbolos del poder norteamericano, también están llenos de relatos de coincidencias, decisiones y casualidades, que salvaron las vidas y el destino de muchos, incluso de algunas celebridades, que por sus agendas o situaciones de último momento, no tomaron esos vuelos o estuvieron en los edificios de la tragedia.
Uno de ellos fue Michael Jackson, quien ese mismo día tenía planificada una reunión en lo alto de una de las torres, cita a la que finalmente no llegó. Según el relato de Jermaine Jackson, hermano del cantante, el Rey del Pop se quedó dormido luego de haber estado hablando por teléfono con su madre hasta muy tarde, tras un concierto en el Madison Square Garden.
Matt Damon es otro agradece al cielo. Tenía un encuentro en el World Trade Center, pero cuando iba en camino, se dio cuenta que había dejado encendido el televisor y se devolvió a su departamento a apagarlo. En ello, vio de pronto los edificios en llamas.
Por su parte, Sarah, la duquesa de York, también tenía agendada una reunión en el lugar, pero llegó tarde. “Tomé cada uno de esos minutos de demora como una verdadera bendición”, contó al Daily Star.
A Gwyneth Paltrow, sin sospecharlo, una fan le salvó la vida. Tras salir de sus clases de yoga, la actriz fue abordada por la joven, conversación que provocó que no tomara el tren a la hora acostumbrada y con ello, llegó con retraso a cumplir, afortunadamente, sus labores en el sector de las Torres Gemelas.
En tanto, Mark Wahlberg tenía planificado tomar, en aquella ocasión, el vuelo de American Airlines, pero al final decidió arrendar un avión junto a un grupo de amigos para asistir a un festival de cine en Toronto, Canadá.
La mala suerte de perder un avión, fue en el caso del comediante Seth MacFarlane, su pasaporte a la vida, dado que uno de ellos fue el que impactó una de las torres y era el mismo vuelo que iba a tomar Whalberg. De acuerdo a lo que ha contado en diversas ocasiones, la noche anterior bebió mucho y producto de aquello llegó diez minutos tarde a embarcar.
Una tardanza que también fue providencial para el cantante Patti Austin, quien se atrasó para para tomar su vuelo y se salvó de morir en el avión que se estrelló en Pensilvania.
Otra coincidencia nada de glamorosa es la que vivió el actor Rob Lowe, quien once días antes del los atentados, tomó un avión pequeño que viajaba de Washington a Los Angeles, ocasión que, entre los pasajeros, iban los terroristas que posteriormente secuestrarían los aviones que provocaron los atentados. Con posterioridad, el intérprete tuvo que ir a declarar para aportar pruebas contra el atacante Zacarias Moussaori.