Fue en el 2007 que se estrenó por las pantallas de Chilevisión la teleserie «Vivir con 10», dirigida por Ricardo Vicuña, y que tuvo en su elenco a actores como Malucha Pinto, Gonzalo Robles, María José Prieto, Tiago Correa, Willy Semler, la venezolana Ana Karina Casanova, Pablo Díaz, y a unos promisorios debutantes: Ignacia Allamand, Álvaro Gómez y Alonso Quintero.
La historia de Coca Gómez contaba la vida de la millonaria Leonor Santa Cruz (Malucha Pinto), madre de diez hijos, los hermanos Solé, quien queda viuda y, cuál «Pituca Sin Lucas», debe pasar de su gran casona a vivir en la única propiedad que les queda y que está amueblada: la casa piloto de un condominio del difunto, donde comenzarán las aventuras, los amores y los desamores de esta familia al cruzarse con el mundo más popular. Esta teleserie abrió el área dramática de Chilevisión, un proyecto a largo plazo, que no tuvo un final feliz.
Si bien «Vivir con 10» no fue un fenómeno de sintonía (promedió 8.9 puntos), pavimentó el piso para la que vendría, «Mala Conducta», una comedia desatada que ocurría en un colegio 2×1, también de la guionista Coca Gómez, protagonizada por Willy Semler y Magdalena Max Neef. El tipo de humor y los personajes identificables, como la entrañable villana Flavia que realizó María José Prieto, lograron que tuviera gran aceptación del público, llegando a promediar 11.4 puntos.
Sin embargo, Chilevisión decidió cambiar de tono y enfocarse a tramas más clásicas, con teleseries como «Sin Anestesia» (2009) y «Manuel Rodríguez» (2010), que echaron por tierra lo conseguido con las historias más populares y la sintonía comenzó a bajar. Y aunque pudo retomar la senda el 2013 con la adaptación argentina de «Graduados», que en algunos capítulos incluso le ganó a su competencia en TVN, el 2014 estrenaron «Las 2 Carolinas», de Víctor Carrasco, una mezcla de «Cristal» y «El Diablo Se Viste A La Moda», que marcando cerca de 7 puntos termina por cerrar las producciones vespertinas en el canal.
Caso aparte es el de «Buscando a María», del 2015, una teleserie que fue pensada para el horario diurno y que llegó a ser ganadora de un fondo CNTV para ser realizada. Esta producción terminó siendo un verdadero dolor de cabeza para la estación, que en un momento pensó en ni siquiera emitirla, pero que finalmente la lanzó en un horario cercano a las 17:30 horas.
En el prime time todo parecía ser más prometedor. Su primera producción dramática nocturna, «Mujeres de Lujo» (2010), una especie de narco-teleserie a la chilena, fue todo un éxito. La historia de las prostitutas VIP con nombres de piedras preciosas llegó a promediar 18.5 puntos y dejó en lo alto a actores como Fernanda Urrejola, Catalina Guerra, Javiera Díaz de Valdés, entre otros, y a Ignacia Allamand, que se lució como la villana Lietta Meyer, y a Pablo Macaya, quien interpretando al «Chaka» dejó de ser uno más y se convirtió en un galán de tomo y lomo.
Luego vino «Infiltradas», la historia de las gemelas Atenea y Minerva interpretadas por Katty Kowaleczcko, una producción que tuvo un gran problema durante su emisión: el público no lograba identificar cuál era cuál, por lo que primero debieron poner subtítulos en cada escena con el nombre de la gemela que se veía en pantalla y, después, asesinaron a una para terminar con la confusión de la audiencia. A pesar de estos percances, promedió los nada despreciables 14.4 puntos.
Con la llegada de Vicente Sabatini a la estación, también cambió el estilo en este horario. Su primera apuesta, protagonizada por su mujer, Claudia Di Girólamo, fue «La Doña», una nueva versión de la Quintrala, que no fue el éxito que esperaba la estación y comenzaron los rumores de un cierre del área. El último intento de mantener vivo el horario fue con «La Sexóloga», de Coca Gómez, que se convirtió en una de las teleseries menos vistas de la historia, con 5.8 puntos promedio, y un sinfín de críticas por el guión, las actuaciones y por la programación, que terminó emitiéndola cerca de las 1:00 AM.
De esta manera, el área dramática de Chilevisión cerró sus puertas en forma definitiva, y poco a poco los actores que pertenecían a ella se fueron integrando a los otros canales. El sabor que quedó de este proyecto fue agridulce, pues en algún minuto sus producciones estuvieron compitiendo punto a punto con las de los canales grandes, pero las decisiones ejecutivas no consiguieron hacer rendir los frutos que hasta ese momento se habían conseguido. ¿Qué falló? ¿Acaso debieron seguir por la línea de «Mala Conducta» y «Mujeres de Lujo»? ¿O simplemente hace falta una cabeza como María Eugenia Rencoret para dirigir un área como ésta?