Oriunda de Viña del Mar, Mon Laferte se subió por segunda vez al escenario de la Quinta Vergara, con un público que ya estaba rendido a sus pies desde antes de su presentación.
El monstruo coreó con dedicación cada canción de quien una vez fue una chica Rojo. Comenzó con «Tormento» y el público ya gritaba «ídola», pidiendo tempranamente la gaviota.
Además, Mon se tomó bastante tiempo para dar un íntimo discurso alusivo al estallido social y su vida privada. Planteó si «¿puede ser un delito expresar una opinión?» y la respuesta del público -que estaba atento y respetuoso escuchando- fue un poderoso «No».
También, dio la oportunidad a un grupo de artistas femeninas para que se subieran al escenario, incluyendo a Francisca Valenzuela, y tras interpretar un par de cuecas, las despidió entre lágrimas.
«¡Si me tienen que llevar presa por decir lo que pienso, que me lleven presa!», gritó en un momento.
Tras cantar dieciséis éxitos, los animadores salieron a premiarla con las ya exigidas gaviotas de plata y oro; y aunque la intérprete de «Amárrame» explicó que era probable que donara los premios a alguna fundación sin afán de desmerecer o restarles su valor, el monstruo no dejó de pedir para ella la gaviota de platino.
La actuación de Mon Laferte promedió 45.1 unidades de rating on line, entre las 21:43 y 23:22 horas, el peak fue de 51 puntos. En el mismo horario Mega marcó 9.1 y Chilevisión 5.2 unidades.