Al ver los cuatro primeros capítulos del nuevo reality de Canal 13 me convencí de algo: con ver el primero bastaba. Todo es demasiado predecible. El casting a toda luz es uno de los mejores: Pamela Díaz, Adriana Barrientos, Fabricio y Viví, Edmundo Varas, Álvaro Ballero, Peluche Dueñas, Marisela Santibáñez, entre otros. Lo que se le olvidaba a los cerebros tras 1910, era que estos personajillos son los reyes del tongo en Farandulandia.
¿Acaso alguien se asombra de las peleas entre las modelocas o de los encontrones entre Ernesto Lavín y Dueñas? Yo al menos no. Ésas las he visto unas diez veces en los programas de farándula. Entonces, resulta una pérdida de tiempo ver 1910, sino estuvieran dando Pelotón a esa misma hora (porque ni Kramer me entretiene), ya me habría cambiado de canal.
En realidad no tan sólo los personajes no sorprenden, sino que el formato. Es que no hay nada entretenido en 1910, a lo más sus peleas y las competencias, aunque las primeras están más arregladas que la boca de Coca Guazzini. Partamos por las dinámicas: sacarse fotos, cenas, el paisano, preguntas muy culturales, el destierro…. ¿Qué más nos podría entretener? (léase con ironía) Nada. Si hasta el programa de “humor”, Canal 12, me resultaba más chistoso.
Es de esperar que con el ingreso de la Angélica Sepúlveda cambie en algo la situación, porque todo parece forzado… ¿O la nominación de “la Jugo” (a quién a su salida se la presentaremos a Elioth del Juego del Miedo) a favor de la Fiera VIP no estaba arreglado?
Algo pasa con 1910 que hasta las locuras de Pamela Díaz y los arrebatos de Edmundo Varas parecen tan predecibles. Porque ni los NN’s han resultado un hallazgo, como sucedió con Arturo Prat y Pamela Leiva en 1810, que a estas alturas ya generan amor y odio en el público. Y ya vimos el colmo de los colmos, lo más ilógico dentro de lo ilógico, que Álvaro Ballero le advirtiera a “la Jugo” de las consecuencias al entrar a un reality show… ¡Tráiganle a la rusa para subir el rating!
Esperaré algunos capítulos más a ver qué sucede con el ingreso de Chucky, quizás se ponga buena la cosa. De no existir más peleas reales, no planeadas como parecen, dejaré de verlo, porque ni siquiera las lágrimas de Paula Lopicich, la mamá de Arturo Prat, al torcerse un pie, parecen reales. Total, si quiero ver pelear a estos personajillos me repito las decenas de peleas que han sucedido en S.Q.P., Primer Plano, Mira Quien Habla o Intrusos.